Errores y horrores

Central empató con Olimpo por impericia propia

Sergio Faletto / Ovación

El minuto 81 fue fatídico para los canallas. Infracción de Renzo Ruggiero y su expulsión. Tiro libre desde la mitad de la cancha que ejecuta Mena. La pelota llega llovida al arco local. Gaona la manotea en vez de pegarle con el puño. El balón pica en el travesaño y Páez la empuja de cabeza a la red. Empate de Olimpo. 2 a 2. Final para una tarde de errores. Y de horrores. Que tuvo como protagonistas a Central, al técnico Roberto Saporiti y al árbitro Gabriel Brazenas.

Es que resulta paradójico que el equipo bahiense se haya puesto en ventaja en su primera llegada, cuando hasta ese momento Central había sido el dueño de la pelota y del juego. Aunque también de la impotencia por la siempre vigente incapacidad de los delanteros para definir.

Olimpo llega al festejo por el penal que provocó un empujón de Ferrari a Mazzoni y que convierte Mena. Central no se apartó de su juego de toque y circulación para buscar el empate, que casi consigue cuando a los 22' Messera cruzó un centro que el Yerbatero hizo rebotar la pelota en el caño. Casi gol. Pero con el Yerbatero siempre es casi gol.

Después fue fundamental el trabajo que realizó Mauricio Hanuch, quien con su inteligencia fue organizando la resistencia de su equipo y se sumó a la buena tarea que cumplían Duré y Mazzoni, y también estuvo a punto de ampliar la diferencia a los 37'. Pero llegó el descanso y Saporiti empezó a gravitar en el partido con su primer error. Es que en el vestuario dejó a Duré para colocar a Mannara. Entonces Olimpo arrancó más replegado aún.

No obstante, Central chocaba sistemáticamente contra una estructura de la que sobresalía el limitado Páez. Todo un dato para comprender la falta de ideas ofensivas canallas. Que después Russo resolvió con el ingreso de Cámpora por el Yerbatero.

Claro que Brazenas también quiso hacer su aporte al partido de los desaciertos. Y se le ocurrió cobrar un penal a favor de Central luego de que Belloso cayera en el área. Carbonari pateó fuerte. Vivaldo la alcanzó a tocar. Pero no pudo evitar el empate.

Luego de este gol, Saporiti se convirtió en re-heavy re-jodido. Y lo sacó a Hanuch. Entonces Olimpo se quedó sin inteligencia y también sin la igualdad. Porque Cámpora hizo en menor tiempo mucho más que los otros delanteros canallas. El Cabezón hilvanó una jugada con el Equi y después con Belloso. Convirtió un gol a los 71' para delirio del Gigante. Y ya con el horror de Gaona consumado que originó el 2 a 2, el atacante que llegó desde el banco estuvo a punto de hacer el tercero, pero su remate fue despejado sobre la línea por Clementz.

Al final fue empate. Central una vez más dejó pasar otra gran ocasión para acercarse a la punta. Y una vez más Central es el responsable.

Gaona no pudo evitar el empate del final.