Renunció Shevardnadze y en 45 días habrá elecciones en Georgia

El ex canciller soviético se fue "para evitar un derramamiento de sangre". Asumió la presidenta del Parlamento

Tiflis. - Finalmente el presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, anunció ayer su renuncia como jefe de Estado, cediendo a las manifestaciones de la oposición que colmaron el edificio del Parlamento el sábado para exigir su salida del poder impulsando una "revolución de terciopelo". Interinamente, hasta que se celebren elecciones en 45 días, la jefatura de gobierno recayó en la presidenta del Congreso, Ninó Burjanadze. "Vi que íbamos hacia un derramamiento de sangre y es mejor que renuncie para que esto termine sin que corra sangre", explicó Shevardnadze tras dimitir.

"Hablé con Zurab y Mijail. Gracias por su franqueza", comentó el ahora ex presidente georgiano al llamar por su nombre de pila a los líderes opositores Zurab Jvania y Mijail Saakashvili. "No es una gran tragedia. Todavía tengo mucho trabajo, cosas por escribir mientras esté vivo", agregó el mandatario, de 75 años de edad. "Vuelvo a mi casa. No hemos firmado nada, no era necesario, era una conversación entre hombres de confianza", destacó Shevardnadze.

El ex presidente del Congreso, Zurab Jvania, comentó respecto a la celebración de comicios que "en los términos de la Constitución, una elección presidencial debe tener lugar en un plazo de 45 días". Desde la renuncia, el paradero de Shevardnadze es una incógnita.

La renuncia del líder georgiano más conocido después de Stalin se produjo después de conversar con el canciller ruso, Igor Ivanov; el principal dirigente de la oposición, Mijail Saakashvili y el activista opositor Zurab Jvania en la residencia del veterano líder de Georgia, en las afueras de la capital. Decenas de miles de opositores que permanecían en los alrededores del Parlamento estallaron en júbilo al conocerse la noticia de que Shevardnadze había renunciado.

Saakashvili había pedido a sus seguidores que marcharan hasta la residencia de Shevardnadze para presionar su renuncia luego de tres semanas de una campaña de protestas por un supuesto fraude en las elecciones parlamentarias del 2 de noviembre. Luego de la renuncia expresó: "Shevardnadze dio un paso dignificante. Creo que debería permanecer en este país. No debería tener que huir. Le daremos todas las garantías necesarias para su seguridad y la de su familia". Acto seguido, el líder opositor ordenó a su gente que levantaran las barricadas y que volvieran a sus casas.


Candidato a presidente
Saakashvili (35 años), avanza hacia el poder con provocaciones, carisma y fuerte confianza en sí mismo. Desde hace semanas, este político, doctorado en derecho en Estados Unidos, promueve las protestas contra Shevardnadze. Saakashvili, radical en sus afirmaciones, quiere convertirse en el sucesor de Shevardnadze. El líder opositor opinó antes de la renuncia que Shevardnadze debería abandonar el poder como De Gaulle, más que como Milosevic o Ceausescu, ajusticiado en 1989.

Saakashvili quiere abrir a Georgia a las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán), prohibir el partido comunista y deportar a los chechenos que se encuentran en el país. Una de sus afirmaciones que más impresionó a la población fue que, tras un cambio de poder, las riquezas del clan Shevardnadze serían incautadas. Tras su renuncia como ministro de Justicia en septiembre de 2001, al parecer le puso sobre la mesa al presidente fotos de mansiones lujosas de importantes funcionarios.

En las elecciones legislativas del 2 de noviembre, consideradas fraudulentas, el partido Movimiento Nacional de Saakashvili obtuvo el 18,8% de los votos, posicionándose detrás de la coalición de Shevardnadze.


Ex canciller soviético
La renuncia de Shevardnadze -célebre por su papel como canciller soviético al final de la Guerra Fría- se conoció también después de que se informó que parte de los miembros de las fuerzas de seguridad de Georgia se pasaban a la oposición. A Shevardnadze le faltaba año y medio para culminar su período presidencial.

Fueron las denuncias de que Shevardnadze había arreglado unas fraudulentas elecciones parlamentarias el 2 de noviembre las que desataron las protestas que pusieron fin a 11 años de un gobierno. El presidente era ampliamente responsabilizado por la agobiante pobreza del país.

El canciller ruso Ivanov voló a Tiflis poco antes del amanecer de ayer para actuar como mediador y tan pronto llegó a la capital georgiana se reunió con líderes de la oposición y luego con Shevardnadze para buscar una solución a la crisis. El sábado, decenas de miles de manifestantes ocuparon las calles para exigir la renuncia de Shevardnadze. (Reuters, DPA y AFP)

El opositor Mijail Saakashvili.