La Justicia investigará si existió abandono de persona

Desde el punto de vista legal, este caso corre por dos vías judiciales. Una es la que vela por el bienestar de la bebita y por eso recayó en un juzgado de menores. La otra atañe a su mamá, sobre la que hasta ahora existen más dudas que certezas. La reconstrucción de los hechos, a cargo de un juzgado de instrucción, deberá averiguar si la madre de la beba encontrada en el contenedor de Güemes al 3000 es la misma mujer que anteayer dejó el hospital sin tener el alta y, en caso de serlo, si fue ella quien la depositó en ese lugar, lo que podría configurar el delito de abandono de persona.

El titular de la cátedra de Familia de la Facultad de Derecho local, Ricardo Dutto, explicó a La Capital que en caso de que "no se restablezca el vínculo biológico" de la madre con su hija, el juez de menores decidirá la guarda de la beba en base a un registro de aspirantes a adopción o su envío a un hogar de tránsito como medida provisional.

De cualquier modo, también está en juego la cuestión de quién abandonó a la menor. Ahora la Justicia deberá investigar si fue su propia madre quien la dejó en el contenedor, como se supone, o si la mujer pudo ser víctima de un engaño por un tercero que finalmente la depositó en ese lugar.

Si, como todo hace suponer, fue su madre quien la dejó, la mujer quedaría imputada del delito de "abandono de persona". El abogado de familia Oscar Borgonovo sostuvo que, en caso de demostrarse, esa podría ser la figura penal aplicable.

"Sería así porque un bebé es como un herido: no puede sobrevivir por sí solo en esas circunstancias", explicó. Sin embargo, aclaró que ese delito deberá probarse a lo largo de todo un proceso "porque no parece haber elementos para una imputación absoluta, recién se inicia la investigación".

Además, el especialista recordó que aun cuando podría tratarse de un hecho agravado por el vínculo y la condición de riesgo en que la beba fue abandonada -"porque la madre podría haber tenido conductas totalmente distintas, no de esta gravedad"-, la ley contempla también otras situaciones, como la llamada psicosis puerperal. "La defensa de la mujer podría invocar fiebre puerperal, un período posparto en el que la Justicia acepta que la mujer pudo actuar sin estar en sus cabales", admitió Borgonovo.

Y, desde ya, el aspecto social no parece menor. "Seguramente debe ser una mujer de bajísimo nivel cultural", sospechó el abogado. Y también apuntó a las trabas que a veces pone la propia ley. "En parte esto se debe a dificultar mucho la adopción", sostuvo, convencido de que "con la escritura pública para adoptar estas situaciones no ocurrían con tanta frecuencia", mientras que hoy "mucha gente se asusta de sólo pensar en acercarse a la policía o un tribunal".