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 miércoles, 17 de septiembre de 2003

Central
Cárdenas ayer hizo fútbol con sus compañeros

Sergio Faletto / La Capital

Su rostro reflejaba el momento vivido. El brillo en los ojos acompañaban la emoción de las palabras. Y no era para menos. Porque el máximo deseo para todo futbolista es poder jugar. Más aún cuando se está recuperando de una grave lesión (rotura de ligamento cruzado de la rodilla derecha). Por eso Juan Pablo Cárdenas tuvo ayer un día distinto. Tan ansiado como inesperado. Porque en los cálculos previos todavía faltaba un tiempo para que el Chango se mezclara con sus compañeros en una práctica con pelota. Sin embargo el trabajo interdisciplinario y la constancia del defensor canalla hicieron posible este gran paso. "Por suerte hice todo a la par de los chicos y la verdad que estoy muy feliz, porque esto significa que estoy evolucionando y que la pelota está cada vez más cerca".

-¿Cuánto incide en lo anímico dejar de trabajar solo para sumarse al grupo?

-En mucho, tanto en lo mental como en lo físico. Porque cuando uno trabaja solo no tiene con quien llevar el ritmo, sin embargo cuando se practica con el grupo uno está más contento.

-¿Te quedó alguna secuela física después de tu primer día de fútbol?

-La verdad que me sentí bárbaro, fundamentalmente porque hace mucho tiempo que no hacía fútbol. Sentí algunos pinchazos al final del reducido pero nada para preocuparse, no obstante le avisé a Pablo (Colella) pero me dijo que era lógico porque se estaban rompiendo algunas adherencias debido a que estaba realizando algunos movimientos que no los venía haciendo, pero nada más. Debido a esto cumplimos después del entrenamiento con los pasos adecuados en el vestuario, es decir masajes, hielo en la zona y a esperar la práctica de mañana (por hoy).

-¿Cómo se maneja la ansiedad?

-En este momento no estoy muy ansioso, quizás porque el haberme sumado al grupo me dio mayor tranquilidad. Lógicamente que esos pequeños dolores te hacen bajar un poco el ritmo por precaución, pero no soy de tener demasiado temor a resentirme de la lesión. Tengo en claro que a medida que vaya pasando el tiempo iré progresando en forma gradual hasta llegar a mi plenitud física y futbolística.

-Lo del temor es lógico en todo jugador que sufrió una lesión de esta magnitud, más cuando tiene que trabar o pegarle a la pelota...

-Sí, no lo niego, porque el miedo siempre está. Pero por suerte yo lo supero rápidamente. Es verdad que al menor dolor te surge una preocupación, pero como bien dijo el médico forman parte de la recuperación.

-Es conveniente entonces no estimar una fecha para reaparecer.

-Seguro que es lo más conveniente, porque el tiempo lo va a marcar el bienestar de la rodilla. Mientras vaya mejorando y me sienta confiado seguiré trabajando sin inconvenientes.

-¿Cuál fue la reacción del cuerpo técnico, del médico y de tus compañeros en la práctica?

-La mejor, la de un respaldo pleno y la del aliento permanente. Este grupo tiene valores imprescindibles para que cada uno de nosotros esté contenido. Cuando decimos que en este plantel hay solidaridad no es una declaración de forma, sino de contenido. Miguel (Russo) siempre estuvo pendiente de mi recuperación, como así el profe y obviamente el cuerpo médico.

-No hay dudas entonces que hoy fue un día diferente para vos.

-Diferente e importante. Estar trabajando con tus compañeros te hace sentir mucho mejor y representa una inyección anímica determinante para evolucionar con mayor tranquilidad.

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Cárdenas se reencontró ayer con la pelota.

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