Bisel: cooperativas se anotan para comprar

Las entidades que el año pasado se interesaron en operar el banco adquirieron los pliegos de licitación

Las cooperativas que dieron origen al Banco Bisel volvieron a la carga para quedarse con la entidad, con la compra del pliego de bases y condiciones para participar de la licitación. Este grupo de entidades había manifestado el año pasado su interés por el banco que abandonó el grupo Credit Agricole, antes de que se consolidara el actual esquema por el cual la administración está en manos del Nación.

Tras el inicio del proceso licitatorio del banco Suquía, según el cronograma oficial le sigue el turno a los bancos Bersa y Bisel, en ese orden. En este último caso, la apertura del sobre número uno (oferta técnica) se postergó para el 16 de septiembre. En tanto, la apertura del segundo sobre con la oferta económica pasó del 13 al 20 de octubre de 2003.

Desde el Banco Nación, actual controlante del fideicomiso constituido por los activos y pasivos del Bisel, evitaron ayer pronunciarse sobre existencia de otros oferentes interesados y sólo se limitaron a señalar que "entre lunes y martes" emitirá un comunicado.

Las cooperativas lograron el 11 de junio pasado la autorización del Banco Central (comunicado A 3850) para poder participar de la compulsa, dado que no eran entidades financieras. Un proceso similar al que debieron pasar los grupos Roggio y Dinosaurio, para competir por el Suquía.

La nueva propuesta es impulsada por cinco de los seis socios cooperativos del Credit Agricole que abandonó la entidad en abril de 2002. De la partida son Carlos Pellegrini, de la localidad del mismo nombre; De las Comunidades, e Independencia, de Carcarañá; Núcleo, de Chabás; y De los Arroyos, de Santa Teresa. Fuentes cercanas a las entidades reconocieron ayer que en los próximos días se sumarán otras cooperativas y no descartaron la inclusión de empresarios de la región.

Este mismo grupo de cooperativas, con un proyecto de banca regional bajo el brazo, fue el que buscó quedarse con el Bisel el año pasado, proyecto que luego pareció desinflarse cuando el Banco Central entregó la entidad al Banco Nación.

El proyecto apunta al manejo de un banco de carácter transaccional y comprometido con el desarrollo regional.

Los cooperativistas resaltaron que son jugadores de la misma región donde está afincado el banco los que participan del proceso de compra del Banco Suquía y recordaron las críticas que abrió el traspaso del Nuevo Banco de Santa Fe, para defender la necesidad de que la entidad quede en manos locales.

Respecto de las fuentes laborales, uno de los referentes de las entidades, que pidió mantener su nombre en reserva, señaló que "el proyecto intenta preservar el mayor volumen de recursos humanos y físicos posibles, atendiendo a la necesidad de que sea viable y sustentable a largo plazo, descartando especulaciones fundadas sólo en ventajas financieras o coyunturales".


Las condiciones
Consultado por La Capital respecto de la oferta técnica y económica que presentarán, directivos de las cooperativas indicaron que "recién se tomó contacto hoy (por ayer) con el pliego de bases y condiciones, pero, en principio, las exigencias no difieren de la propuestas que ya habíamos realizado por el banco".

Aunque el Bisel, al igual que el Suquía y Bersa, salen sin precio base, se requerirá un "valor patrimonial de respaldo" de 30 millones de pesos para poder quedarse con el banco. En la compulsa también pesarán los pedidos de redescuentos al Banco Central o del Fondo Fiduciario, creado en su momento para atender la situación de los bancos en crisis.

Además de la oferta económica será fundamental el plan de expansión que presenten los interesados, el cual no deberá tener un horizonte menor de cinco años, en el que se incluya el compromiso de no cerrar sucursales o despedir empleados.

Contra lo que se dice en el sistema financiero, los cooperativistas entienden que el Bisel no posee una estructura macrocefálica en Rosario, dado que el Suquía y Bersa se venden por separado. Es por eso que estiman que una nueva gestión no requerirá de ajustes extras "más allá de los que va a tener que hacer la banca en general por las nuevas condiciones", apuntaron.