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 sábado, 06 de septiembre de 2003

Kirchner: "El Fondo no tiene que hacer lobby para grupos empresarios"
FMI: la suba de tarifas volvió a trabar el acuerdo
Los directores europeos del organismo insisten con un ajuste de tarifas. La misión se queda hasta el lunes

Un día después de que el gobierno anunciara por voceros oficiosos que se había llegado a un principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la discusión volvió a trabarse merced a la presión de los países europeos que integran el organismo para que la Argentina asuma un compromiso explícito de subir las tarifas de servicios públicos. El presidente Néstor Kirchner ratificó ayer que el país no va a aceptar "compromisos de aumentos de tarifas" en tanto que los negociadores del Fondo decidieron permanecer en Buenos Aires hasta el lunes, día en que continuarán con las tratativas para que el entendimiento "garantice las inversiones".

La disconformidad manifestada por los directores europeos del organismo puede transformase en una nueva traba para el entendimiento. Desde Europa manifiestan su oposición a la decisión de la Argentina de no incluir un cronograma de aumento de tarifas de servicios públicos.

Ayer el presidente Kirchner se puso al frente del último tramo de la discusión y señaló que "el FMI no tiene que estar haciendo lobby para determinados grupos empresarios", con lo que hizo referencia a presiones ejercidas para aumentar tarifas de los servicios públicos concesionados.

La negociación con el organismo entró nuevamente en una fase crítica ya que ayer desde Washington rechazaron el borrador del entendimiento. La negativa no sólo estuvo vinculada a un reclamo por fijar un cronograma de aumento de tarifas, que el gobierno argentino rechaza, sino además expresaron su disconformidad ante las metas fiscales fijadas para 2005 y 2006.

Además, desde el FMI objetaron la media sanción de la Cámara de Diputados a la aprobación de la compensación a los bancos, que modifica el proyecto original y de ese modo deja abierta la posibilidad de que en la reglamentación se insista en condicionarla.

El punto más trabado sigue siendo el tema tarifario, que sigue generando resquemores entre los directores europeos del FMI, que trocaron el apoyo que brindaron en enero al país por una posición más crítica, y ejercen presión contra el acuerdo de mediano plazo que impulsa Estados Unidos.

Kirchner destacó que en las negociaciones que lleva adelante el gobierno con el FMI parten "desde la dignidad nacional", al remarcar que "cualquier acuerdo" que se cierre tiene que servir para "consolidar el proceso de reactivación".

Las declaraciones del primer mandatario fueron realizadas en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia, tras lo cual los enviados del organismo multilateral se entrevistaron, tal como estaba previsto, con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y decidieron permanecer hasta el lunes en el país.

Acerca de la postergación de la partida de los enviados del FMI, fuentes del Palacio de Hacienda indicaron que "el retraso está motivado en que el organismo quiere cerrar "la letra chica del acuerdo", entre lo que se contemplaría -a decir del Fondo- "un marco que garantice las inversiones", palabras que se traducen en un compromiso de aumento tarifario.

Más allá de este punto, en Economía destacaron que "el tema fiscal y monetario están cerrados, y sólo queda la compensación a los bancos que será tratada por el Senado la semana próxima", puesto que el miércoles pasado fue aprobado en la Cámara baja. Aunque desde el gobierno creen que el acuerdo puede estar cerca, el frente europeo no ve la situación de la misma manera.

A excepción de Alemania, que en las últimas semanas dedicó sus esfuerzos a pedir que se incremente la pauta de superávit primario y así garantizar el pago de la deuda externa a los tenedores de títulos argentinos en default, los demás estados del Viejo Continente pusieron su mira en el tema de las tarifas desde el inicio de las negociaciones del nuevo acuerdo.

Tanto los representantes de Italia como los de Francia y España en el directorio del organismo rompieron el tácito frente pro-argentino que integraban ni bien se conocieron los borradores de la carta de intención enviados por Lavagna, que no incluían compromiso alguno en materia tarifaria. Aunque su peso en la Asamblea del FMI no llega a contrarrestar el de Estados Unidos (que ostenta el 17% de los votos), la relación de fuerzas en el directorio no es la misma, y un abroquelamiento inflexible de los directores europeos por la negativa al acuerdo complicaría seriamente la situación argentina.


Una meta "razonable"
Desde la Argentina, el presidente Kirchner consideró que la pauta de superávit fiscal del 3% comprometida para el 2004 "es una meta razonable", en lugar del 4% que reclamaba el ala dura del Fondo.

Justificó esta postura de no comprometer más fondos al señalar que no quiere que le pase "lo que les pasó a (el ex ministro de Economía Jose Luis) Machinea y a (el ex presidente Fernando) De la Rúa".

La economía "necesita liquidez para la reactivación" porque "cualquier acuerdo tiene que servir para consolidar el proceso de reactivación que está pidiendo Argentina, con el crecimiento del empleo, el consumo y las exportaciones", destacó.

Por otra parte, dijo que la meta fiscal de 2005 y 2006, en el marco de las negociaciones con el FMI, "tiene que quedar abierta para que se pueda analizar el crecimiento de la pobreza, la inversión pública y las relaciones con los acreedores" y que, en ese contexto, se fije el superávit que "puede subir, bajar o quedar igual".

Kirchner afirmó también que el país no va a "pagar deudas de capital sino sólo los intereses que son unos 2.300 millones de dólares" que serán abonados a lo largo de los tres años que dure el acuerdo.

Sobre el superávit de 3% para el año próximo se aclaró que el 2,4% será aportado por la Nación y 0,6% por las provincias.

Fuentes oficiales precisaron que la Argentina se comprometería a pagarle a los organismos unos 2.300 millones de dólares en los años que contemple el pacto, a razón de unos 750 millones por año.

Las reuniones que los enviados del FMI mantendrán con las autoridades argentinas se dará el día previo al vencimiento impostergable que la Argentina debe afrontar por 2.900 millones de dólares. De llegarse a un acuerdo, aún resta definir si el gobierno pagará total o parcialmente esa obligación el martes con reservas, puesto que la ratificación de lo actuado se oficializaría recién el viernes 12, cuando se reuna el directorio del FMI en Washington.

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