La dupla Poy-Herrera

Los pibes mostraron pasta

Lo primero que hay que decir de este remozado Central es que colectivamente superó el desafío en su primera puesta en escena. Eso es lo más importante, al menos por ahora, y a partir de ahí cualquier análisis puede sonar relativo. Y hasta se puede sobredimensionar alguna situación puntual. Pero lo que no se puede soslayar es el debut de la nueva dupla ofensiva que presentó Central: Mauro Poy (22) y Germán Herrera (20). Los pibes mostraron algunos aspectos positivos, especialmente por el lado del chaqueño, pese a que cargaban sobre sus hombros con la pesada mochila de tener que reemplazar a dos de las figuras que tuvo el torneo pasado: el Chelo Delgado y Lucho Figueroa.

Con estos elementos de presión, los delanteros, que ayer debutaron como titulares, tuvieron trabajo extra y aunque saben que las comparaciones resultarán inevitables, cada uno intento hacer lo suyo de la mejor manera. Aunque por momentos quedó un poco aislado arriba y no siempre fue bien asistido, el chaqueño Herrera mostró pasta de buen delantero. Se movió bien por todo el frente de ataque, tuvo algunos encuentros auspiciosos con el Equi, Messera y Vitamina cuando se tiró atrás para formar sociedades y generar espacios, se mostró dúctil con la pelota y metió un par de buenas asistencias. Ganó muchas veces de arriba y mostró su olfato en el área, aunque no pudo terminar bien dos situaciones propicias que tuvo en el complemento, luego de sendas habilitaciones del Equi . En ningún momento pareció pesarle el debut y su actuación estuvo acorde a lo esperado.

Lo de Mauro fue distinto, estuvo demasiado atado, le costó más acomodarse al partido, pocas veces pudo desequilibrar a su marca y se pareció poco a ese jugador encarador que desequilibró en reserva con la habilidad y el desparpajo propio de los pibes. Para colmo, tuvo una chance clara, luego de un espantoso despeje de Gastón Sessa, pero le pegó mal y la mandó muy lejos en una ocasión muy clara. Por si todo esto fuera poco, al pibe Poy le tocará lidiar con su apellido, otra mochila para nada liviana.

Los pibes pasaron la prueba de fuego ante su gente. Tienen mucho camino por recorrer todavía y tendrán que acomodarse de a poco, pero demostraron que pueden ser una buen dupla de ataque.

El chaqueño Herrera y una presentación auspiciosa.