Cielo Razzo presenta “Grietas” en el anfiteatro municipal

“El grupo que no genera cambios en un disco es un fraude”

Pablo Pino, el líder de la banda rosarina, dijo que apostaron a una estética oscura

Pedro Squillaci / Escenario

Las grietas abren y de la profundidad saldrá algo distinto. Ese es el camino de Cielo Razzo, la banda rosarina que acaba de editar “Grietas”, su cuarto disco de estudio y el quinto de su carrera luego de “Audiografía”, grabado en vivo en Obras. Pablo Pino, líder del grupo, habló de cómo se despiden de los temas más alegres y su nueva etapa hacia una música más rockera y más oscura. El nuevo sendero de Cielo, como los llaman sus fans, arranca hoy, a las 22, en el Anfiteatro, una grieta que se abre en el Parque Urquiza.

   —¿Qué tiene “Grietas” a diferencia de “Marea”?

   —”Marea” era un “Código de barras” mejorado en sonido, pero en este disco nos tiramos a un lado más rockero, más crudo, más guitarrero y también más oscuro. Respetamos la energía de cada canción y no nos fijamos en lo lindo que podía llegar a quedar. Acá nos corrimos de los lugares comunes nuestros, de cuestiones más bailables, de las fusiones con canciones disco y más alegres. Sacamos la alegría general que tenía la banda y buscamos una zona más gris.

   —Es evidente que el disco no tiene canciones para un hit.

   —Sí, ese fue uno de los problemas que tuvimos con la compañía (Pelo Music). Cuando le presentamos parte del disco, ellos esperaban que hagamos “Luna”. Y nosotros le explicamos que no son cosas premeditadas, simplemente salen. Ellos tenían problemas de presupuesto, entonces decidimos irnos y consideramos que lo más saludable era sacar el disco solos.

   —¿No temieron que se les podía escapar el público a nivel nacional que habían ganado?

   —No, porque nos siguen en nuestro proceso y también tienen otra visión de las cosas, como nosotros. Uno sabe qué cosas decir si querés mover una masa de gente o llegar a determinado público, pero no creemos que hayamos sido más arriesgados, sólo nos fuimos para el lado más rockero de la banda, que son temas como “Luminoso”, “Charlone”, “Mi refugio”, “La cruz”. Se fue dando esa estética, y nos dimos cuenta que queríamos mostrar eso en este nuevo disco.

   —¿Por qué “Grietas”?

   —El primero que lo tiró, si no me equivoco, es el Pájaro (Almirón), él decía que una grieta es algo que se está rompiendo y que de esa ruptura puede salir algo bueno, como de un huevo que se rompe y sale un pollito, o bien un terremoto, que mueve un montón de gente. Pero algo va a nacer. El lo vio por ese lado, esa visión, otra mirada de la banda sobre nuestra propia música, y esa grieta nos dejó de este lado, no del otro, que es quizá la parte más conocida de la banda.

   —¿No hay una cosa más mística en “Grietas”?

   —Sí, no sé si estamos en una etapa mística, pero el paso del tiempo te pone más nostálgico. Somos gente distinta a como éramos un par de años atrás. Creo que el artista que no logra un pequeño cambio en un disco es un fraude, esa es mi opinión. Si un artista hace un cambio y no lo veo es un error mío, pero si sigue con lo mismo hay algo que está fallando.

   —¿Se sienten lejos de la estética del rock barrial?

   —Sería muy hipócrita seguir escribiendo sobre cosas que nos pasaban a los 18 años, cuando vivís de caravana. El disco habla de jóvenes adultos, pero no de viejos tontos, la idea es demostrar que hay cosas interesantes para decir en el rock and roll.

   —¿Cual es el proyecto más inmediato de la banda?

   —El 12 de abril vamos a tocar por primera vez en el Luna Park. Seguro que el Luna va a juntar gente de todo el país.

Cristian Narváez, Juan Pablo Bruno, Pablo Pino, Fernando Aime, Javier Robledo y Diego Almirón.