Andrizzi, el héroe de Sarandí

“Me la llevé como pude y definí cruzado. Por suerte entró el gol que soñé. Tengo una sensación inexplicable”, señaló Martín Andrizzi, el héroe de Sarandí. El autor del gol que le permitió a Arsenal levantar la Copa Sudamericana aún no sabe cómo expresar sus sentimientos por la conquista, y no es para menos ya que con ella el club consiguió el mayor logro de su vida.

“Un gol es difícil de explicar, y si es en una final todavía resulta más complicado. Sin dudas fue el más importante de mi vida y el de Arsenal en su historia”, reconoció el volante al hablar del tanto del descuento con el que su equipo postergó el sueño de América de México, que se veía ganador con el 2-0 parcial a diez del final.

Claro que no se detuvo en su conquista personal sino que la sumó a la del grupo de jugadores que “merecíamos este premio. A este título lo ganamos entre todos. Era injusto perderlo porque siempre fuimos a buscar el partido”.

Andrizzi ingresó quince minutos antes de su conquista y sin dudas lo hizo con una determinación especial, esa que se vio cuando ingresó al área y peleó la pelota hasta que pudo rematar al arco. Es que tenía el gol soñado: “Lo soné y puedo jurarlo. Se lo había dicho a Israel Damonte por la mañana. Me venía perdiendo algunos goles, pero estaba seguro que Dios me lo tenía reservado para esta final”, confió.

“Esta es la alegría más grande de mi carrera y se la dedico a los míos”, cerró el también ganador del automóvil Nissan que el patrocinante de la Copa Sudamericana le entregó por ser la figura del partido, quien seguramente lo compartirá con sus compañeros.

El goleador José Luis Calderón consideró que “fue un acto de justicia” que Arsenal se quedara con el título. Andrés San Martín destacó que “demostramos que podemos estar entre los más grandes de América” y Mario Cuenca afirmó que “Arsenal fue el mejor equipo en el balance global. Si se nos escapaba nos teníamos que matar, pero al final llegó el gol y festejamos la obtención de una Copa por la que hicimos los méritos suficientes para que no se nos escapara”.