Roban dos féretros en el cementerio de Coronel Arnold

Conmoción en la zona. Uno de los restos es de Emilio Tiberi, un ex presidente comunal

Gustavo Orellano / La Capital

Coronel Arnold. — Un episodio tan macabro como insólito tuvo lugar ayer en esta tranquila localidad ubicada a 50 kilómetros al suroeste de Rosario, al comprobarse que habían desaparecido dos féretros, con los cadáveres que contenían, del cementerio Cristo Redentor, ubicado a la vera de la ruta provincial 17S, a unos 200 metros del casco urbano.

   El hecho se descubrió en la mañana, cuando dos empleados de la necrópolis advirtieron que había sido violentado el acceso a un panteón propiedad de la familia Rosati. Luego se comprobó que faltaban los féretros con los restos de Alberto Rosati, fallecido en 1993, y un familiar, Emilio Tiberi, ex presidente comunal que murió hace cinco años, según explicó el comisario Carlos Astrada.



Cofres. Los investigadores de la Unidad Regional XVII en primera instancia no descartaron ninguna hipótesis sobre el móvil del hecho aunque según señaló Ariel Córdoba, subjefe de esta repartición, existe la sospecha de que el delito se habría cometido para vender los féretros, en este caso del tipo cofre, cuyo valor a nuevo en el mercado de artículos funerarios alcanza hasta los 25.000 pesos. También cabe la posibilidad de un robo de cadáveres con fines extorsivos, pero los familiares no recibieron hasta ahora ningún pedido de rescate por los cajones.



Celular. La policía secuestró en el panteón de la familia Rosati un celular cuya propiedad fue investigada y sobre el que pudo determinarse que fue dado de baja “hace apenas dos días”, según aseveró una fuente policial.

   Si bien la entrada principal del cementerio estaba correctamente cerrada, posiblemente quienes concretaron la profanación ingresaron por uno de los dos accesos laterales ya que allí se advirtieron signos de violencia.

   En diálogo con La Capital, Astrada confirmó que “el personal avisó la desaparición al iniciar sus tareas, ya que en el lugar no hay vigilancia”.

   El jefe policial expresó: “estimamos que todo sucedió en el transcurso de la madrugada y en el lugar sólo faltan los cajones de Tiberi y de Rosati, quien era su sobrino”, al tiempo que aclaró que “ no hay signos de violencia más allá de la puerta de ingreso, ni roturas en el lugar”.



Paradoja. Curiosamente, la necrópolis había sido fundada durante la gestión de Tiberi sobre terrenos donados por el propio ex jefe comunal y aunque es administrado por la comuna local, ofrece todo el aspecto de los llamados “cementerios jardín” por su cuidada estética e iluminación.

   Un testimonio fundamental es el del propietario del panteón, Orestes Rosati, padre y cuñado respectivamente de Alberto Daniel Rosati y Emilio Daniel Tiberi, quien alertado de lo ocurrido no encontró un explicación lógica para lo ocurrrido. “No puedo creer lo que pasó. Esto seguramente debe ser el primer hecho de estas características que se produce en el país. Mi esposa, después de 15 años de fallecido nuestro único hijo, recién ahora comenzaba a recuperarse de su dolor”.

   La comunidad de Arnold mostraba ayer su asombro y su pesadumbre ante el hecho. “Estamos muy acongojadas por lo que pasó, más todavía en este pueblo en el que nunca pasó nada raro, excepto la vez que asaltaron el banco local, hace dos o tres años”, indicaron dos vecinas.



Conmoción. Como era previsible en una comunidad de poco menos de 1000 habitantes, el eco del hecho llegó rápidamente a las autoridades comunales. Osvaldo Marzetti, presidente comunal de Coronel Arnold, manifestó que “la comunidad está conmocionada porque se trata de algo inesperado y lamentable. Las motivaciones las determinará la investigación policial”.

   Consultado sobre si en otras ocasiones se habían registrado hechos de estas características, el presidente comunal de Coronel Arnold señaló que “solamente se ha registrado delitos menores, casi siempre relacionados con algún acto de sustracción de elementos de bronce habituales en la decoración de las placas de los nichos”.