Hormona de crecimiento. Dudas sobre el verdadero diagnóstico que tenía el jugador de fútbol rosarino

Piden para sus hijos la droga que usó Messi

Recibió un tratamiento que es útil en casos muy puntuales y que no es inocuo. Pediatras dicen que en los últimos años crecieron las consultas. Los posibles abusos

Florencia O’Keeffe / La Capital

Muchos padres quieren para sus hijos el tratamiento con hormona de crecimiento que hizo el futbolista Lionel Messi. Pero sólo el 3% de las consultas por baja talla obedece al déficit hormonal por el que se indica dicha droga. En la mayoría de los casos, la baja estatura se debe a condicionamientos genéticos, desnutrición en los dos primeros años de vida, o retardos constitucionales del desarrollo o el crecimiento (para lo cual no hay una terapia específica).

Desde que tomó estado público la terapia que recibió el jugador rosarino, actualmente en el Barcelona, la hormona de crecimiento -que es inyectable y tendría algunos efectos adversos- se transformó para muchos en la “droga mágica” que hace crecer a chicos bajitos. Sin embargo, no sirve para que los chicos normales crezcan más.

Incluso, algunos especialistas consultados por este diario dudan de que el verdadero diagnóstico del futbolista haya sido el de déficit de hormona de crecimiento (ver aparte).

“Hay padres que creen que sus hijos no tienen una altura adecuada y se ponen ansiosos. Desde que se conoció el caso de Messi suponen que con esta hormona lograrán que el niño se transforme en una persona alta, lo que es incorrecto”, reflexiona Omar Tabacco, ex presidente de la Sociedad de Pediatría de Rosario.

“La talla baja es una enorme preocupación para los padres sobre todo cuando los chicos comienzan la preprimaria y los comparan con los demás. La comparación nunca es saludable porque, además, la curva normal de crecimiento es muy amplia”, agrega Diego Colabianchi, pediatra, especializado en endocrinología en Italia. “Existe una enorme presión social. Lo primero que hay que saber es que el déficit de hormona de crecimiento es muy poco habitual, y que en todo caso, el tratamiento no es inocuo. El otro punto es que un chico bajo no es un chico enfermo aunque parece que si es alto va a estar en mejores condiciones para ser un gran deportista o un tipo exitoso”.

El déficit de hormona de crecimiento es infrecuente ( 1 entre 10 mil nacimientos) y se da por alguna patología malformativa del sistema nervioso central, por tumores cerebrales, por mutaciones genéticas de hormonas o sus receptores u otros problemas como sarcoidosis o tuberculosis. “Son casos muy puntuales y el diagnóstico es complejo y lento. Si se detecta buscamos que estos niños alcancen el mínimo de la talla adulta normal que es de 1.50 metros en mujeres y 1.60 metros en varones”, explica Héctor Aldo Miglietta, médico pediatra endocrinólogo y miembro de la Comisión Nacional Asesora para los Niños con Déficit de Hormona de Crecimiento del Ministerio de Salud de la Nación.

El tratamiento que existe desde 1985 tiene dos efectos principales: el crecimiento en niños que tienen déficit de la hormona, y el metabólico que promueve la formación de tejido muscular y óseo. Por eso la droga es usada a veces por deportistas como anabólico para generar masa muscular y disminuir tejido graso: “En estos casos consideramos que se hace abuso porque no hay una indicación motivada por cuestiones de salud. Además no se conocen los efectos a largo plazo y hay dudas respecto a la posible generación de diabetes tipo 2 y efectos oncogénicos (que haga progresar tumores)”, menciona Miglietta. La droga se aplica diariamente, de 3 a 5 años o más, y cuesta alrededor de 60 mil pesos anuales.

¿Qué sucede con los chicos que son bajos? “Un niño con un pronóstico de talla entre 1.60 y 1.70 si es varón, y 1.50 y 1.60 si es mujer, es normal, y aunque se le suministre hormona de crecimiento no va a crecer más ya que no tiene ese déficit”, destaca Miglietta.

Cómo se diagnostica.
“No se puede decir que un chico tiene déficit hormonal sólo con el test apropiado. Incluso, hay niños que dan positivo con el test y sin embargo no tienen la patología”, comenta Colabianchi. Por eso, para Miglietta, el diagnóstico es multifactorial y requiere un análisis minucioso a través del tiempo.

¿Qué deben hacer los padres para saber si su hijo crece normalmente? “En primer lugar tener un buen seguimiento pediátrico; es crucial que bajen la ansiedad, que no crean todo lo que escuchan y que sean precavidos a la hora de tomar una determinación respecto de la salud de su hijo”, aconseja Miglietta.

Lionel Messi recibió en el exterior la hormona de crecimiento. Le adjudican a la droga el normal crecimiento del deportista.