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miércoles,
07 de
noviembre de
2007 |
“No es necesario que la gente le ponga sal a las comidas”
Dos médicos coinciden en que el consumo habitual es excesivo. Los riesgos de la hipertensión
Florencia O´Keeffe / La Capital
Un 30% de la población adulta sufre de hipertensión y la cifra trepa al 50% entre los que pasaron los 65 años. El alto consumo de sal a lo largo de la vida es una de las principales causas de esta enfermedad silenciosa, que puede llevar al infarto de miocardio o al accidente cerebrovascular.
“El hombre desde su creación está adaptado para vivir con el sodio que contienen los alimentos en forma natural sin necesidad de agregado de sal. En la tribu de indios yanomanos (al norte de Brasil), que no pueden acceder a la sal, no hay desarrollo de hipertensión desde la infancia a la vida adulta”, comentan los cardiólogos rosarinos Roberto Coloccini y Diego Nannini, quienes disertarán en el Primer Simposio de Hipertensión Arterial de Rosario que se llevará a cabo este viernes y sábado en la ciudad.
Las personas que viven en lugares urbanizados consumen de 12 a 15 gramos de sal por día y el 80% no proviene del salero sino de los manufacturados y envasados. “Hay que insistir en que se modere el consumo de sal, excepto en las personas de presión muy baja o en los que la pierden por el sudor durante el ejercicio físico”, agregaron .
Sin embargo, aquellos que tienen presión baja no deben confiarse porque pueden desarrollar hipertensión con el tiempo ya que el paso de los años tiene alta incidencia en este problema. “Hay personas que cuentan haberse desmayado en la infancia o adolescencia por baja presión y que llegan a adultas con hipertensión. Esto es más frecuente en las mujeres, ya que dos tercios de las que transitan la menopausia se convierten en hipertensas. Muchas no lo saben”, dijo Coloccini, del Sanatorio Británico.
Los profesionales indicaron que es importante moderar el consumo de sal desde la infancia y en la adolescencia y por eso remarcaron la necesidad de controlar en los chicos el consumo de snacks, comida enlatada o chatarra. “La sal va casi siempre de la mano de las grasas saturadas y cuanto menos grasa saturada más salud”, destacó Nannini, presidente de la Sociedad de Hipertensión Arterial de Rosario y ex residente de la Fundación Favaloro.
Flacos y obesos. Si bien las personas con obesidad o sobrepeso tienen mayor chance de ser hipertensos, también puede haber flacos con hipertensión por causas genéticas u otros factores. En este punto destacaron que inciden los antecedentes. “Los familiares en primer grado de una persona hipertensa tienen un aumento importante en la posibilidad de tener la misma enfermedad. Pero a los factores genéticos se suman los no heredados como estrés, sedentarismo, obesidad, tabaquismo, alto consumo de sal, medicación como antiinflamatorios, corticoides, antigripales y anticonceptivos que precipitan su aparición”, dijeron los cardiólogos .
Los médicos puntualizaron que es “fundamental” el control periódico de la tensión arterial que debe ser menos de 14 - 9 ( ó 13 - 8 en personas diabéticas o con problemas renales). La presión elevada es el principal factor de riesgo para el accidente cerebrovascular y uno de los factores que más influyen en el infarto de miocardio.
Para confirmar si una persona está cerca de la hipertensión, los médicos se guían por los siguientes parámetros: dos tomas de la presión en días separados que sean iguales o mayores a 14-9. “Con estas cifras decimos que existen chances elevadas de evolucionar a la hipertensión y por eso la persona debe vigilarse periódicamente”, enfatizaron.
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“La hipertensión es causa de accidente cerebrovascular e infarto de miocardio”, advierten.
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