Crónicas regionales

Clason, la tradición y el trabajo

El pueblo de 1.200 habitantes es sede de usinas lácteas de reconocidas marcas nacionales

Walter Gasparetti / La Capital

Clason.— Nadie diría que este pueblo, de apenas 1.200 habitantes, ubicado a la vera de la ruta 34, es uno de los sitios de producción de leche más importantes de la provincia de Santa Fe. Con sus imponentes tambos que cubren parte del distrito de 39.000 hectáreas, Clason entrega diariamente alrededor de 200.000 litros de leche a empresas de la zona.

   La actividad tambera se complementa con la producción agrícola, fundamentalmente soja y maíz, y con el funcionamiento de usinas lácteas como Verónica y Santa Sylvina, las que generan centenares de puestos de trabajo en la región.

   “Los tambos se fueron originando en la zona rural del distrito, mientras se establecían las primeras fábricas elaboradoras de productos lácteos”, explicó el historiador local Rodolfo Frank en una publicación al hacer referencia a este fenómeno.

   La estancia El Orión, la quesería La Guipuzcoana y Juan Médici, en la cercana Colonia Médici, fueron algunos de los primeros establecimientos que se radicaron en esta región.

   Luego vendrían otras empresas como Verónica, popular marca cuya fábrica está instalada a la vera de la ruta nacional 34 y cuyos productos son distribuidos en los principales centros urbanos del país.



Vida de pueblo. Es común ver tractores y máquinas agrícolas circulando por sus calles. La colonia agrícola por excelencia domina la economía, pero también el ánimo de sus habitantes. “Años buenos o malos para el agro son años buenos o malos para el pueblo”, sintetiza Frank, en su libro “La historia de Clason”.

   Aún se puede ver a habitantes que andan a caballo y ataviados a la usanza del gaucho. Una ermita con la Virgen del Luján custodia las calles y en lo que era la estación de trenes funciona un jardín de infantes para niños de cuatro años que se suma a la Escuela Nº 216.



El gesto cordial. Clason es el tipo de localidad en la que los pobladores saludan al desconocido para que, enseguida, se sienta parte de él.

    La gente se presta de inmediato al diálogo para dar lugar a charlas abiertas y cordiales. “Mire, acá está todo cerca, a la vuelta de la esquina”, comenta un vecino al dar algunas indicaciones al visitante.

   En efecto, a pocas cuadras de la ruta 34, está la plaza principal. En frente, se ubica el edificio de la comuna y, a pocos metros, el Juzgado de Paz, la comisaría y un par de locales comerciales. Hay que hacer otro corto recorrido para llegar al único club y también al flamante polideportivo comunal.



Necesidades. En ese polideportivo, objeto de una disputa política durante las últimas elecciones por diferencias de criterio, funciona desde hace tres años un comedor escolar que atiende a unos 20 niños, y que es sostenidos con fondos de la administración comunal.

   El complejo demandó una inversión de aproximadamente unos 200 mil pesos. Además de una cancha de fútbol, un salón de reuniones y la cocina escolar, dependencias que ya fueron construidas. Ahora se avanza con una cancha de tenis y en trabajos de forestación.

   “No tenemos carecientes en el pueblo, pero sí muchas familias numerosas con problemas de recursos que mandan a sus hijos al comedor. Aquí hay bastante trabajo, sobre todo en el sector agropecuario”, comenta Paula, una de las trabajadoras de la comuna.



Ajustada diferencia. El próximo 10 de diciembre, el actual presidente comunal Claudio Vecino, que se candidateó para un nuevo mandato por el Frente para la Victoria, entregará el cargo a Mónica Bücher, representante del Frente Progresista, Cívico y Social. Bücher obtuvo un ajustado triunfo por apenas 19 votos de diferencia. Vecino gobierna Clason desde 1999.

   “Ultimamente tuvimos algunos problemas financieros a raíz de que se encararon una serie de obras en el pueblo, pero además sufrimos una merma considerablemente grande de los fondos de la coparticipación”, indicó el presidente comunal, quien manifestó además que por “la gestión comunal cargo con una pérdida en mis ingresos personales de aproximadamente unos 80.000 pesos”.

Jinetes y maquinaria agrícola son un contrastante paisaje habitual en las calles de Clason.