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 miércoles, 07 de noviembre de 2007  
Santiago: echan a jefe penitenciario
Lo decidió el gobernador Gerardo Zamora tras el trágico motín que provocó 32 muertes

Santiago del Estero.— El gobernador Gerardo Zamora echó ayer de su cargo al director del Servicio Penitenciario Provincial y a su vez responsable del penal donde el domingo murieron asfixiados 32 presos tras un violento motín y convocó al Servicio Penitenciario Federal (SPF) para que se haga cargo de la cárcel hasta que se determinen las causas que provocaron la tragedia.

Zamora afirmó que, de acuerdo con los informes oficiales, los reclusos murieron tras “un intento de fuga que fue controlado y una protesta que motivó una requisa”, la cual derivó en el incendio de colchones. Y que la revuelta estuvo liderada por varios “cabecillas”, entre ellos Luis Clemente Nadotti, quien falleció en la targedia y tenía cuatro antecedentes por fuga.

Relevos.
A través de un decreto, Zamora relevó al alcalde mayor Rodolfo Camaño, quien ocupaba las direcciones del penal y del Servicio Penitenciario santiagueño. En su lugar quedó un comité provisorio integrado por cuatro funcionarios federales: el inspector general Carlos Grassini, el alcaide mayor Ricardo Machado y los alcaides Marcos y Sergio Alvarez.

Por otra parte, el mandatario envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y calificó las muertes como un “hecho doloroso que no tiene precedentes” en la provincia y prometió una investigación “transparente”.

La causa está a cargo del juez Ramón Tarchini Saavedra, quien por orden del Tribunal de Justicia quedó abocado en exclusiva a esa investigación.

Inspección.
En el marco de la pesquisa, ayer comenzó a trabajar un equipo de criminalística y del SPF que realizó una inspección ocular que arrojó que la construcción de la cárcel no es “la adecuada”. En ese orden, el inspector Grassini señaló que el penal “tiene sus años y un tipo de construcción que ya no es el adecuado según las exigencias legales”. Y al ser consultado sobre la superpoblación que había en el penal, respondió que “en cualquier cárcel del mundo la superpoblación suele ser el origen” de protestas y tragedias.

Una de las hipótesis que se investiga es que El Tucumano Nadotti planificó una huida y como se frustró originó el motín, tal como lo dijo Zamora. Pero los presos y sus familiares aseguran que todo se desencadenó a raíz de la represión a un reclamo masivo por las pésimas condiciones carcelarias y malos tratos a las visitas.

Si bien ayer se informó que el número de presos muertos era 34, Zamora dijo que son 32.

Según voceros del Cuerpo Médico Forense, todos los presos murieron por inhalación de gases tóxicos y desacreditaron a los familiares que afirman que algunos tenían golpes de palos y balazos de goma. No obstante, en los velatorios de los internos pudo comprobarse que muchos de ellos tenían marcas en sus cuerpos que se compadecen con ese tipo de agresiones.

En tanto, en el Hospital Regional se hallaban internados ayer tres reclusos en gravísimo estado, con asistencia respiratoria y en coma farmacológico.

Responsables.
La tragedia carcelaria es una de las más graves ocurridas en el país y, según consideró el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) se explica “por la falta de medidas de prevención y las graves condiciones de hacinamiento en los penales provinciales”.

“Si bien no son claras las causas que originaron este motín y el incendio”, para el Cels hay “responsabilidad directa del Estado por la vida de quienes se encuentran a su cuidado, y su obligación de garantizar condiciones de detención que respeten y garanticen los derechos de las personas privadas de su libertad”.

El delegado de la Pastoral Social y Derechos Humanos de la Diócesis de Santiago del Estero, Sergio Lamberti, aseguró que existen “muchas dudas, muchos interrogantes sobre lo que realmente ha pasado”, máxime teniendo en cuenta que cuando han ocurrido hechos de esta naturaleza trágica, lo primero que se hace oficialmente es echarle la culpa a las víctimas. (Télam)
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En distintos barrios de Santiago ayer velaron a los 32 reclusos muertos en el motín carcelario.


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