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 miércoles, 07 de noviembre de 2007  
Viajeros del Tiempo ©
Rosario 1905/1910

Por Guillermo Zinni / Fuente: La Capital

El sport veraniego. “Señor redactor del Día Social: Cumplo con mi promesa de informar a sus lectores sobre el bullicio que son estas playas de Mar del Plata. Estamos en el apogeo del movimiento y un enjambre de aristocráticas cabecitas rubias y morenas se agita sin tregua ni descanso desde la mañana hasta la noche. Aunque suene paradojal debido al cálido ambiente de este verano aplastante, digamos que se ha roto el hielo de los primeros días, y ahora lo que menos interés reúne es el ejercicio de la natación. El sport más en boga en este balneario se relaciona con lo que los griegos y romanos simbolizaban con un bello mancebo con flechas envenenadas, aunque más tirando hacia los mundanos compromisos matrimoniales que al viejo romanticismo de los suspiros y los pechos inflamados de la sacrosanta llama del amor. Este es el rol más importante del balneario: el de consolidador de enlaces para el futuro, por lo que los flirts, los secreteos y las invitaciones se suceden con relativa frecuencia”. La corresponsal. (1909)

Otro récord automovilístico. El señor Francisco Chiesa partió anteayer a la una de la tarde con su auto F. I. A. T. con destino a Córdoba y llegó allí hoy a las 12 del mediodía. Es esta la segunda vez que realiza un viaje análogo, batiendo el récord del tiempo. (1909)

Centenaria rosarina. A los 104 años dejó de existir en esta ciudad la señora Petrona Leiva de Giménez. La extinta conservó hasta el último momento el uso regular de sus facultades mentales. Trató personalmente a algunos prohombres de la Revolución de Mayo, como a San Martín y a Belgrano, de los que contaba hechos interesantes. (1909)

Desconsolado. ¡Por caridad!, agradeceré me devuelvan en la calle Jujuy 2299 los $200 que perdí en el tranvía en la calle Buenos Aires y Córdoba. Soy un pobre cadete y mis patrones me los quieren cobrar. (1909)

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