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lunes,
05 de
noviembre de
2007 |
El barrio sin festejo
San Lorenzo y Huracán jugaron ayer un clásico entretenido, pero no lograron sacarse diferencias y terminaron igualando en el Nuevo Gasómetro 1 a 1.
El defensor Jonathan Bottinelli, a los 3’ de la primera parte, abrió la cuenta para el local, y Paolo Goltz empardó el resultado sobre los 34’ de esa misma etapa.
El primer tiempo fue entretenido y dinámico, porque los dos equipos tuvieron chances para convertir, producto de los problemas defensivos de ambos.
San Lorenzo comenzó mejor y de arranque abrió el marcador por un cabezazo de Jonathan Bottinelli, tras un córner preciso del paraguayo Aureliano Torres.
Hasta los 10’ el Ciclón fue el dueño del partido, porque ahogó a Huracán en su salida y cada vez que llegaba, en especial por vía aérea, estuvo a punto de aumentar.
A los 5’ Hirsig conectó un cabezazo en el primer palo que Barovero contuvo en el medio del arco.
Huracán salió del asedio después del primer cuarto de hora, ya que Andrés Franzoia encontró su lugar en la cancha a espaldas de Diego Rivero y generó lo más importante de su equipo.
A los 20’ el ex Boca desbordó por izquierda, tiró el centro atrás y Bottinelli despejó justo cuando Mendoza se aprestaba a definir.
El empate llegó a los 34’, con un cabezazo de Paolo Goltz, tras un centro de Cristian Sánchez Prette. Ese gol marcó la justicia, porque los dos habían buscado el arco rival y llegaron a la conquista por errores defensivos del adversario.
El complemento no cambió demasiado con relación a lo visto en la etapa inicial, ya que las jugadas de peligro se producían en los dos arcos y la mitad de la cancha era una zona de paso.
San Lorenzo pudo marcar a los 30 segundos, con un disparo de Andrés Silvera desde dentro del área que se fue por arriba del travesaño.
A los 3’ Barovero le tapó un mano a mano a Juan Carlos Menseguez y un minuto más tarde Agustín Orión le sacó un violento remate a Sánchez Prette.
Ramón Díaz arriesgó para llevarse el triunfo y metió en cancha a Gastón Fernández y Bernardo Romeo, pero ambos estuvieron desconectados con sus compañeros y fueron intrascendentes.
Después de los 30’, el encuentro se hizo trabado en la zona media y los dos se terminaron rindiendo ante un empate que para San Lorenzo (que terminó con 10 por la expulsión de Diego Rivero a los 90’) tiene gusto a poco. l
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