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 jueves, 25 de octubre de 2007  
Viajeros del Tiempo
Rosario 1905/1910

Guillermo Zinni / La Capital

Basta de cines al aire libre. Las autoridades municipales deben prohibir los cinematógrafos al aire libre, que dan lugar a que se aglomeren centenares de personas entre las cuales se promueven fácilmente desórdenes y escándalos. Tal ocurre con un cinematógrafo instalado en la avenida Belgrano y la bajada Sargento Cabral donde noche a noche queda obstruído por allí el tránsito de familias y hasta el de los tranvías eléctricos, como sucedió la noche del domingo. Esos espectáculos cinematográficos al aire libre son impropios de la cultura de una ciudad como la nuestra. (1909)



Al estilo circo romano. Todas las tardes a la hora en que llegan los diarios de Buenos Aires, el carro que conduce los de una agencia, tripulado por varios individuos de gorrita y melena, recorre la calle Córdoba de oeste a este a todo escape. Esto sucede todos los días a vista y paciencia de la policía. Dada la hora en que tal entrada estilo circo romano se efectúa, sólo por un milagro no se han producido desgracias. No se sabe si la policía está esperando que éstas se produzcan para tomar medidas o si la Ordenanza de tráfico tiene alguna excepción a favor de estos osados carreros. (1909)



Los horrores de la guerra. En el gran campo experimental de Juderborg, cerca de Berlín, se han hecho y se hacen prácticas de tiro en las condiciones más aproximadas a las tristes realidades de la guerra. Los trenes militares llevan de noche caballos muertos y cadáveres humanos que, colocados en las posiciones como si fueran vivos, se emplean para determinar la fuerza de penetración de las armas. Para dar mayor realidad a la escena, se ponen esqueletos de casas, trincheras, cañones viejos y hasta automóviles blindados. El aspecto del campo de tiro después de estas pruebas, lleno de cadáveres, miembros destrozados, animales muertos y ruinas, es espantoso y trae a la memoria los horrores de la guerra. Esto se hacen en gran secreto. (1910)

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