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| jueves,
25 de
octubre de
2007 |
Chile: inédita alianza de la socialista Bachelet con ex pinochetistas
Santiago de Chile.- Arrinconada políticamente, la presidenta socialista chilena, Michelle Bachelet, selló esta semana una inédita alianza con líderes vinculados al fallecido dictador Augusto Pinochet, en un último intento por recuperar liderazgo.
La operación le permitió dividir a la derecha y destrabar por ahora el bloqueo opositor a sus iniciativas en previsión, equidad y seguridad ciudadana, de cara a los comicios municipales de 2008, antesala de las presidenciales de 2009.
El pacto entre Bachelet y el dos veces candidato presidencial de la derecha, Joaquín Lavín, permitió además a ambos retomar la conducción de la agenda política, convulsionada por el probable regreso de la oposición al poder en 2010, tras 20 años de ausencia.
El vocero de gobierno, Ricardo Lagos Weber, justificó hoy la alianza, señalando que durante meses la oposición negó al gobierno “la sal y el agua”, por lo que era imperioso construir espacios de diálogo y consenso que dieran “oxígeno por un tiempo”.
De hecho, el apoyo a Bachelet cayó por debajo del 40 por ciento, debido a problemas en transportes y delincuencia, además de conflictos laborales. La mandataria incluso denunció un “femicidio político” en su contra, tesis descartada incluso por sus aliados.
En la contra cara, Lavín, escoltado por su correligionario de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el senador Pablo Longueira, busca con su acción recuperar protagonismo en una oposición que no capitaliza el descontento con el gobierno.
De hecho, la mayor crítica ciudadana a la oposición es hacia su política confrontacional, según sondeos. Adicionalmente, estudios de gobierno revelan que siete de cada diez chilenos valora el giro dado por Lavín, quien no descarta postular por tercera vez a la presidencia.
“Este es un gran día para Chile (se ha logrado) que el gobierno y la oposición se sienten a conversar”, dijo por ello el líder derechista, tras visitar este miércoles el palacio de gobierno, La Moneda.
Sin embargo, la distensión no parece total. Lagos Weber admitió que el gobierno aún “no saca cuentas alegres” y advirtió que la proximidad de elecciones puede nublar el panorama.
En la oposición, parlamentarios manifestaron su rechazo a la iniciativa, apostando a que un mayor conflicto complique más el respaldo a Bachelet, que está bajo 30 por ciento en la capital.
Incluso, el senador Alberto Espina, del derechista partido Renovación Nacional, sostuvo hoy que los aires de diálogo no significan que su sector deje de pensar en “desalojar” del poder al gobierno. (DPA)
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