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| jueves,
25 de
octubre de
2007 |
Polémica muestra en Museo de la Ciudad
He leído la carta del pasado domingo de un lector (se identifica con su DNI) que supongo joven criticando la propuesta del Museo de la Ciudad, donde se expone una muestra titulada "Museo Vega". Fui a verla. No coincido totalmente con esa opinión, ya que no me pareció irrespetuosa, sino diferente. Ese es un problema para muchos. Creo que el Museo de la Ciudad actualmente presenta actividades muy interesantes, y veo preferible una renovación en los lenguajes expositivos, como se está efectuando hoy día, a muestras que permanezcan congeladas eternamente. Me consta la seriedad del equipo del Museo y sé que se arriesgan mucho al propiciar muestras de este tipo, que se contraponen a las tradicionales. Paradójicamente, lo "peor" es la Farmacia: es atemorizante para algunos niños, como pude constatar. Es el precio de lo congelado, de lo muerto, de lo que no puede moverse. Yendo específicamente a la que nos ocupa, las fotos "insignificantes" no son tales. Muestran –de la única manera tal vez posible– el dinamismo de la ciudad, sus historias grandes y pequeñas, heroicas y miserables. Todos los personajes que se muestran (niños, adultos, deportistas y... consumidores de pornografía) forman parte de la ciudad, de su historia y sus historias. Esas fotos, incluso, debieran ser una presentación del Museo, no la excepcionalidad de una muestra transitoria: mostrarían a la ciudad como compleja, contradictoria y múltiple. Y no como una ciudad "de nuestros abuelos", cuando el pasado está aquí y hoy, vivo, complicado y estimulante.
Gustavo Fernetti, DNI 16.674.143
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