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sábado,
20 de
octubre de
2007 |
Cecilia Sarkozy admite que le incomodaba ser primera dama
La ex esposa del presidente francés dice que le fue imposible salvar su matrimonio
Anna Willard-Jon Boyle / Reuters
París. — Cecilia Sarkozy dijo que su matrimonio con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, acabó a sólo cinco meses de su elección porque ella odiaba estar en el centro de la atención pública. “Para él es como si a un violinista le hubieran dado un Stradivarius, de repente tiene la posibilidad de practicar su arte”, dijo Cecilia al diario regional L’Est Republicain. “No es lo mismo para mí”, agregó.
La oficina de Sarkozy anunció el jueves que la pareja se divorciaba después de 11 años de matrimonio, lo que convierte al período de Cecilia como “primera dama” en el más corto de a historia francesa. “Lo hemos intentado todo. Yo lo intenté todo. Pero simplemente ya no era posible. La vida pública no me va”, afirmó. “Yo soy alguien a quien le gusta estar en las sombras, que le gusta la serenidad, la tranquilidad”. Agregó que a pesar de estar orgullosa de los logros de su marido como estadista, lo que ahora necesita es “tranquilidad y soledad”.
Sarkozy, que aún usa su anillo de bodas, rechazó una pregunta sobre su divorcio durante una rueda de prensa en el final de una cumbre de la Unión Europea en Portugal. “El pueblo francés me eligió para solucionar sus problemas, no para hablar sobre mi vida privada”, señaló y agregó que los ciudadanos galos estaban mucho menos interesados en su divorcio que la prensa.
Cecilia, quien esta semana posó para una foto en la revista Paris Match, dijo que ella y el presidente eran como cualquier otra pareja que tiene problemas en su matrimonio. “Lo que me ha ocurrido a mí es lo que le pasa a millones de personas: un día ya no tienes tu lugar en la pareja”, explicó. “Ya no es la cosa esencial en tu vida. Ya no funciona. Las razones son inexplicables, le pasa a mucha gente”, añadió.
Delgado e Irritable. La confirmación de la separación, tras meses de especulaciones sobre el matrimonio, se robó la atención de los medios, relegando de la primera plana la huelga de transporte. La pareja se había separado en 2005, y Cecilia se mudó a Nueva York para convivir con otro hombre. “En 2005 conocí a otro hombre, me enamoré, me fui”, señaló.
Pero regresó con su marido al año siguiente, en un intento de remediar una ruptura que hizo que Sarkozy se viera visiblemente sacudido, con pérdida de peso y aparentemente irritable, lo que generó interrogantes sobre su capacidad de gobernar bajo presión. Pero un sondeo determinó que un 92% de los franceses no ha cambiado su opinión sobre Sarkozy por el divorcio, y que un 79% dijo que no era un hecho importante para Francia.
Desde la elección de su ahora ex esposo, han sido contadas las apariciones de Cecilia como primera dama, aunque no ha dejado de protagonizar episodios espectaculares. Tuvo un breve momento de gran publicidad en julio, cuando viajó a Libia para ayudar a liberar a seis médicos extranjeros, que llevaban 8 años encarcelados acusados de infectar con el virus del sida a niños.
Disculpas. La oposición socialista reclamó una investigación para descubrir si había algún vínculo entre un acuerdo para proveer misiles antitanques a Libia y la liberación de los médicos. “Pensé que podía ayudar”, dijo acerca de su viaje. “Ahora me tengo que disculpar por haber conseguido la liberación de las enfermeras y el médico. Eso no está bien”.
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Fotos
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La familia Sarkozy durante la ceremonia de asunción presidencial.
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