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sábado,
20 de
octubre de
2007 |
Los cambios de la nueva norma educativa llegan con mucha incertidumbre para los padres y docentes
Aconsejan no cambiar a los chicos en sexto
Hay optimismo en las escuelas de recuperar la matrícula perdida tras la aplicación de la ley federal
Marcela Isaías / La Capital
¿Qué hacer con los alumnos que cursan el 6º año de la EGB: hay que cambiarlos de escuela o dejarlos que cursen hasta 7º en el mismo establecimiento? La pregunta es una de las más escuchadas por esta época del año, en especial de parte de los padres ante los cambios que propone la nueva ley de educación. Desde las escuelas aconsejan dejarlos donde están, una opinión que marca tendencia para el año próximo. Y por si fuera poco, las escuelas públicas ven con optimismo la posibilidad de recuperar la matrícula perdida tras la ley federal de educación.
Los cambios propuestos por la nueva norma educativa, aprobada en diciembre de 2006, llegan con más preguntas que certezas. Lo que ya es conocido es que Santa Fe optará por la primaria de 7 años y la secundaria de 5, ambos niveles obligatorios.
Hasta ahora, los padres elegían un tercer ciclo completo y cambiaban a sus hijos al iniciar el séptimo. No es difícil imaginar el desgranamiento que en estos años se produjo, en especial en las escuelas que no contaron con la EGB completa o bien que estaban ubicadas en zonas con abundante oferta de educación privada con todos los niveles.
Ahora, al tiempo que se conocen las modificaciones impulsadas a nivel nacional, los padres empiezan a reconsiderar si cambiarán o no a sus hijos de escuela.
“Yo lo dejaría en la primaria, la más cercana a la casa, la del barrio, para que termine su séptimo con sus compañeros”, dice sin dudar la jefa de supervisión de la Regional VI de Educación, Amanda Boses.
En realidad afirma que esta es la única precisión posible en un período de transición. Y adelanta que a nivel oficial se trabaja muy seriamente para dejar una propuesta a las nuevas autoridades, que serán las que tengan la última palabra.
Distintos modelos
En rigor, se trata de señalar la implementación de la primaria de 7 años y la secundaria de 5, teniendo en cuenta que en Santa Fe conviven varios modelos de tercer ciclo EGB y que además faltan escuelas para cumplir con la obligatoriedad del secundario.
Boses destaca una y otra vez que no es un debate sencillo, en especial porque han pasado más de 10 años de aplicación de una ley (la federal) “que ha dejado daños profundos” y se han dado cambios sociales que han modificado la realidad poblacional.
En las escuelas primarias oficiales del centro rosarino, castigadas por la reforma de los 90 en particular en la pérdida de matrícula, la palabra que más se escucha es “incertidumbre”.
“Hay incertidumbre, los padres consultan sobre lo que está pasando y aún están esperando qué hacer”, dice Norma Fontán, directora de la Escuela Nº 55 Domingo F. Sarmiento (Buenos Aires al 900). Opina que, salvo los alumnos que rinden para el Politécnico o el Superior de Comercio (dependientes de la UNR), es mejor dejarlos en la misma escuela.
“Volver a la estructura de una primaria de 7 años les da más tiempo a los chicos de 12 años de asumir los cambios, muchos todavía prefieren jugar. Si se van antes, se da una ruptura que podría evitarse”, asegura.
La directora es optimista y considera que estos cambios de una u otra manera beneficiarán en la recuperación de matrícula.
También Graciela de Barbato, directora de la Escuela Juan Arzeno (Ovidio Lagos al 1000) confía en que el desgranamiento que se daba entre el primer año y el séptimo se revertirá con la nueva estructura. Cita como ejemplo que actualmente tienen 4 primeros grados y 3 séptimos. La mayoría de sus alumnos se vuelcan en 6º a las escuelas de la UNR.
En su visión, “son muy chicos para dejar la primaria en 6º y adaptarse al ritmo que tiene una escuela secundaria. Si me piden una opinión, diría que dejen a sus hijos donde están, que no los cambien, ya que ahora estamos en una etapa de transición”.
“Nuestra escuela era muy solicitada, con colas de padres para inscribir a sus hijos”, recuerda Sandra Lomello, vicedirectora interina de la Escuela Nº 96 Florentino Ameghino (Buenos Aires al 2000), para luego señalar cómo la aplicación de la ley federal perjudicó a las instituciones públicas.
“En nuestra escuela el éxodo de chicos se da en 6º, la mayoría rinde para el Poli y el Superior”, dice la vice Lomello también maestra de 7º. Sucede que después los demás alumnos se cambian a otros colegios arrastrando a los hermanitos más chicos. “Los padres tienen dudas y preguntan qué va a pasar”, remarca y agrega: “Nosotros tenemos esperanza que se revierta la situación a favor de la escuela pública”.
Adriana Pasiaroni, directora de la Escuela Nº 64 Ricchieri, también adhiere a la idea de incertidumbre que reina entre padres y docentes, a la vez que es optimista sobre los cambios que puedan darse con la nueva estructura. De todas maneras está convencida que ninguna mejora llegará sola. “Todo depende que las escuelas también contemos con un buen proyecto institucional, que satisfaga a los padres”, dice y menciona los talleres que funcionan en su establecimiento con el proyecto de extensión horaria.
Aprobación y certificado
“Los que están más tranquilos son los padres que tienen alumnos en 5º año”, dice la vice de la Escuela Nº 60 Mariano Moreno, María del Luján Fernández. Las preguntas vienen especialmente de los 6º años, que en este caso optan por pasarse a las escuelas universitarias o a los normales.
La Moreno no sufre la pérdida de alumnos como otros colegios, ya que muchos se pasan en 7º a sus aulas para luego ingresar a la Escuela Media Nº 411 que funciona en el mismo edificio.
Florencia Seravalle, directora de la Escuela Nº 103, dice que “en general los padres aprueban la nueva estructura” y que “este año no habrá tanto éxodo de alumnos”. Para la profesora es clave el dato anunciado por el Ministerio de Educación provincial de reconocer con un certificado de escolaridad primaria completa a los chicos de 7º.
“Es importante —dice— que tengan un certificado, porque el chico que pasaba por la primaria se quedaba sin nada que acreditase este paso. Y si bien estoy de acuerdo con la obligatoriedad del secundario, mientras no cambie el modelo económico, no todos tendrán las mismas posibilidades de cursarlo”.
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Hasta este año los chicos abandonaban la primaria en 6º año de la EGB. Ahora todo indica que la opción que les plantea la nueva normativa será seguir en la misma escuela.
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