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domingo,
07 de
octubre de
2007 |
Champú en el vestuario
Lavado de cabeza. Seguro. Por más que el técnico Gustavo Raggio lo explicó con palabras atenuadas, no pueden caber dudas que una reunión de una hora y media en el vestuario, ni bien terminó el partido, se trata de un intento urgente por hacer entender que se debe cambiar ya.
“Nos estamos conociendo. Es un proceso de adaptación a la categoría”, esgrimió Raggio para no caerle duro a sus jugadores.
“Perdimos por una desconcentración. A lo largo de los 90’ las chances mayores fueron nuestras”, consideró en su intento de restarle importancia a la charla.
Y para salir adelante apostó a “seguir luchándola. Debemos pasar rápido la brecha de jugador de inferiores a estar en una categoría competitiva. Van sólo tres partidos, pero sabemos qué equipo tenemos y los sofocones que vamos a pasar, pero tenemos muy en claro a dónde apuntamos”.
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