|
domingo,
30 de
septiembre de
2007 |
Muestras: “Instantáneas sobre el arte de la ciudad de Santa Fe”
De los interiores al entorno
La Fundación Osde presenta una antología desde el siglo XIX hasta hoy. El curador analiza aquí los cruces de disciplinas y recursos en artistas recientes
Guillermo Fantoni
Pintura y fotografía, con sus expansiones y mutuas contaminaciones, son sin lugar a dudas, los medios a los que apela este conjunto de artistas. Una nueva pictoricidad recorre sus obras que oscilan entre el universo íntimo y los paisajes cotidianos, la mirada crítica y la interpelación al mundo que los rodea. La mediación tecnológica y la realización artesanal constituyen también los polos de una tensión en la que se dirime su proyecto creador.
En la primera de estas opciones, Diana Marchetti, apelando a las posibilidades del ordenador, construye patrones decorativos que evocan los estampados de las telas y el diseño de los mosaicos: el ámbito de lo íntimo y de los objetos y labores asociados a lo femenino afloran aquí como motivos de una pintura precisa que suele apelar a los refinamientos de las tradiciones geométricas y las abstracciones monocromas. Sin embargo, cuando ella pinta un brocado en negro sobre negro o rojo sobre rojo, estamos lejos de las opciones altomodernas y de la abstracción clásica.
Más cercana a las mismas se sitúa la obra de Inés Francia, quizás por su fascinación con las pinturas de Fernando Espino que ha estudiado en diversas oportunidades. Así como éste solía disponer las piedras de sus colecciones siguiendo un ordenamiento plástico, ella experimenta con papeles de colores recortados y pegados construyendo bocetos para pinturas de gran formato. En la mayoría de los casos, los pequeños planos que evocan esos recortes se acercan deliberadamente a los bordes de la tela o navegan en mares de color plano que hacen pensar en una pintura lírica pero al mismo tiempo en un enfoque controlado y conceptual.
En el campo de la abstracción se sitúa también la obra de Carlos del Rey. Con fragmentos de fotografías convertidos en módulos que reitera obsesivamente, construye una suerte de cuadros ópticos a la manera de los geométricos de los años cincuenta y sesenta. Sin embargo, el origen banal de los motivos y la frecuente ruptura del orden compositivo nos vuelven al presente donde los estilos neovanguardistas son una parte del amplio repertorio disponible del artista contemporáneo.
Junto al dibujo, la fotografía y los procesos del ordenador son los recursos con los que Ponchi construye sus paisajes. Las imágenes del río y del puente, de la carretera y la ciudad, aparecen fragmentadas y coloreadas en una clave sintética y planista. Las superficies resueltas con una paleta deliberadamente acotada, el uso de blancos y negros con la plenitud de un grabado y la caligrafía sutil del dibujo hacen de sus obras una versión casi oriental y al mismo tiempo contemporánea del paisaje santafesino.
Los autorretratos, combinados con un repertorio de temas y motivos que provienen del comic y otras formas de la cultura masiva, abundan en la obra de Nico Sara. El alto grado de iconicidad y el empleo de recursos abstractos ha sido una de las constantes de sus pinturas hasta años recientes. Desde hace un tiempo estas se han restringido a un motivo central que se recorta sobre el fondo plano. Cabezas y animales, utensilios y accesorios, formas facetadas y flamígeras, se despliegan como una suerte de repertorio pop de objetos realizados con una técnica pictórica a partir de referentes fotográficos o provistos por el ordenador.
El término pop asociado al adjetivo latino ha sido ampliamente utilizado en relación a las obras tardías de Marcos López, para marcar una localización y una especificidad que las tornan únicas frente a los modelos metropolitanos. Las vistas del cuarto con sus propias fotografías en blanco y negro como una suerte autorretrato, las reinas de las zonas rurales de la provincia y los rincones de la ciudad revisitados ahora con estridente colorido muestran sus anclajes santafesinos en un friso que incluye también las más variadas zonas de América latina. Pero lejos del carácter distanciado y neutral del pop histórico y de la apertura indiscriminada y afirmativa frente a la vida y la cultura del capitalismo tardío, sus fotografías muestran el punto justo donde surge la mirada crítica: tan pronto como observamos la celebración de los colores y de las formas, la imagen de un personaje o la inclusión de un cartel nos lleva a reparar en las condiciones de la ciudad y su amenazante entorno natural.
Los extremos del arco social como el ejecutivo de estilo impecable y los activistas de rostro cubierto, son los protagonistas de las grandes heliocopias que Leo Scheffer despliega en sus instalaciones. En buena parte de sus obras, las imágenes apropiadas u obtenidas a partir de una pequeña cámara estenopeica son proyectadas a diferentes escalas y sobre diversos soportes otorgándoles, además, un cromatismo de alta temperatura. La combinación de estas grandes imágenes con objetos y materiales que rompen el plano y vulneran la pureza del medio enfatizan su carácter confrontativo y potencian el diálogo entre los recursos técnicos y la producción de sentido.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Inés Francia. Ejercicios de un enfoque conceptual.
|
|
|