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domingo,
30 de
septiembre de
2007 |
Córdoba encanutó un punto en Junín
Mariano Bereznicki / Ovación
No fue preso de sus limitaciones y por eso no volvió a chocar con su impotencia. Esta vez no puso como excusa que la miseria que lo envuelve es como consecuencia de varios condicionamientos externos, llámense lesiones o suspensiones. Llegó a Junín en silencio y con un equipo diezmado. Es cierto que Central Córdoba continúa delatando claros síntomas de anemia futbolística y eso lo obliga a transitar a los tumbos por el camino de la compleja Primera B. Pero ayer hizo apurado los deberes y terminó arrebatándole un punto al estricto Sarmiento.
Es cierto que hace tiempo que perdió la memoria. Se nota horrores que le cuesta reencontrarse con la victoria. A tal punto que a esta altura ese camino parece estar clausurado para el elenco charrúa. Y el eslabón de tres empates y dos derrotas en las últimas presentaciones así lo certifican.
Aunque Sarmiento presentó una formación en pleno proceso de maduración debido a las bajas de varios soldados experimentados por lesiones o suspensiones. La realidad marca además que Córdoba está varios escalones debajo del nivel que pretende su técnico, el Bocha Forgués. El entrenador se las viene ingeniando en los últimos partidos para suplir algunas ausencias con los precarios recursos que tiene a disposición.
A pesar de plasmar en Junín un equipo con intenciones ofensivas, a medida que la tarde se iba escondiendo, el conjuntó charrúa comenzó a desdibujarse sobre el amplio y proli y Wilhelm no lograron desprenderse de los laterales. Canuto y Caserio no pudieron entrar en sintonía con los solitarios delanteros Pierani y López. Y cuando un equipo se aploma con sus mismas limitaciones le termina facilitando el trámite al rival.
Más allá de que en la primera mitad el Verde demostró estar muy lúcido de mitad de cancha hacia adelante, hay que destacar que la última línea supo controlar a los peligrosos Villalba y Zuleta. Pero antes de ir al descanso el diminuto Zuleta aprovechó un rebote y la quietud de varios charrúas para inaugurar el marcador.
Central Córdoba salió a jugar el complemento con más actitud. Aunque luego fue cediendo ante la presión de un Sarmiento que hacía méritos para aumentar. Pero a los 18 minutos llegó la sorpresa. Canuto se disfrazó de Bezombe y decretó la igualdad a través de un impecable tiro libre.
Por más que Central Córdoba visitó luego un par de veces el área rival, hasta el final el anfitrión intentó desnivelar. Pero no tuvo tiempo. Los charrúas cosecharon un valioso punto, que a priori parecía imposible de obtener.
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