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domingo,
30 de
septiembre de
2007 |
Enviado de la ONU se reúne en Myanmar con líder de la oposición
Bangkok- El enviado especial de Naciones Unidas Ibrahim Gambari se reunió hoy en Rangún con la líder de la oposición en Myanmar Aung San Suu Kyi, pero aún espera ver al jefe de la Junta, en su intento por terminar con la represión frente a las protestas contra el Gobierno militar, dijeron diplomáticos.
“Espera reunirse con el general Than Shwe, presidente del Consejo Estatal de Paz y Desarrollo, antes de que concluya su misión”, dijo la ONU en un comunicado.
No hubo detalles sobre cuando podría entrevistarse Gambari con Than Shwe, quien opera fuera de Naypyidaw, la nueva capital de Myanmar, ubicada 385 kilómetros al norte de Rangún, y cuyo Gobierno rara vez muestra señales de ceder ante la presión de la comunidad internacional.
Gambari se reunió con Suu Kyi, líder de la oposición prodemocracia y premio Nobel de la Paz, por más de una hora en la casa de invitados del Gobierno en Rangún, cerca de la villa donde está confinada sin teléfono y con necesidad de permiso oficial para recibir visitas.
El encuentro se produjo después de que Gambari voló desde Naypyidaw, donde se reunió el sábado con el primer ministro interino, Thein Sein, y otros ministros, todos generales, dijeron diplomáticos.
No hubo detalles sobre si Gambari hizo progresos para lograr poner fin a las represalias frente a las mayores protestas contra la Junta en casi 20 años, que han llevado al arresto de cientos de monjes, la colocación de barricadas en el centro de Rangún y el despliegue de tropas en las calles.
“Todo el mundo tiene sus esperanzas en Ibrahim Gambari, en que él resolverá el problema”, dijo un residente de Yangún. “Esperamos que presione a los generales, junto con otros líderes políticos”, añadió.
Hoy no hubo manifestaciones visibles en el centro de la antigua capital birmana, donde las fuerzas de seguridad han sofocado las protestas colocando barricadas en torno a las dos principales pagodas.
La Comisión Asiática de Derechos Humanos con sede en Hong Kong dijo que al menos 700 monjes y otras 500 personas han sido arrestadas en todo el país. Los soldados mantenían confinados a los monjes en los monasterios, según los vecinos de los centros religiosos.
La represalia, durante la cual los soldados dispararon contra la multitud, generó el rechazo de los Gobiernos de todo el mundo, incluido Pekín, considerado aliado de los generales, y una inusual condena de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la cual Myanmar es miembro.
La presión aumentó hoy con el viaje de un enviado japonés, en una misión para garantizar una investigación completa sobre la muerte del periodista Kenji Nagai, de 50 años.
Un video de su muerte el miércoles, cuando los generales iniciaron la represión a las protestas masivas, pareció mostrar a un soldado disparándole a quemarropa mientras las fuerzas de seguridad dispersaban a los manifestantes en el centro de Rangún.
Los generales habitualmente ignoran la presión del exterior, pero esta vez decidieron permitir el ingreso al país de Gambari.
El Gobierno señaló que 10 personas murieron el miércoles, aunque los Gobiernos occidentales dicen que la cifra podría ser mucho más alta. (Reuters)
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