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domingo,
30 de
septiembre de
2007 |
Identifican los restos de los hijos del zar Nicolás II
El lugar donde estaban enterrados el príncipe heredero Alexei y su hermana María era un misterio
Moscú. — Científicos rusos afirmaron haber identificado los restos perdidos de dos de los hijos del zar Nicolás II de Rusia cerca de la ciudad de Yekaterinburgo, quienes fueron ejecutados junto con el resto de su familia durante la revolución bolchevique. De confirmarse, el descubrimiento aclararía un capítulo inconcluso de la historia de la familia real, asesinada tras la violenta Revolución Bolchevique de 1917.
Los fragmentos fueron encontrados por arqueólogos en un campo quemado cerca de una ciudad de las montes Urales, donde el zar Nicolás II, su esposa Alexandra y sus cinco hijos permanecieron como presos de los bolcheviques y luego fueron asesinados a tiros en 1918. Los expertos dijeron que es “muy probable” que los restos, que comprenden 44 fragmentos óseos en total, correspondan al heredero del trono, Alexei, y a su hermana María.
Los cadáveres de Alexei y María no estaban junto con los del resto de la familia, localizados en 1991.
El zar, su esposa y sus cinco hijos fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento bolchevique en el sótano de una casa de Ipatiev, el 17 de julio de 1918. En 2000, la Iglesia Ortodoxa rusa canonizó a la familia real, de la que dijo había sufrido con gentileza, paciencia y humildad.
Pruebas forenses. El jefe forense de la región de Sverdlovsk, Vladimir Gromov, indicó que pruebas preliminares forenses y de ADN respaldaban la tesis de que los restos, encontrados cerca de Yekaterinburgo en julio pasado, son los de los jóvenes Romanov. “Sobre la base del análisis de expertos, es posible concluir con un alto grado de certeza que partes del esqueleto pertenecen al zarevich Alexei y a su hermana, la gran duquesa María Nikolayevna Romanova”, dijo el especialista a medios de comunicación. Alexei, de 13 años, era el heredero del trono ruso.
Restos dañados. Los investigadores forenses expresaron que las conclusiones se basaron fundamentalmente en exámenes antropolígicos y dentales, y advirtieron que las pruebas genéticas que se realizarán en el futuro serán difíciles porque los pedazos de huesos estaban quemados y dañados.
El canal de televisión NTV dijo en agosto, cuando se realizó el descubrimiento, que con los restos fueron encontrados fragmentos de un contenedor de cerámica con ácido sulfúrico y uñas, cintas de metal de una caja de madera y balas de diferentes calibres.
La ubicación de los restos de Alexei y María era uno de los grandes misterios no resueltos de la sangrienta revolución rusa. Los cuerpos de la familia real fueron quemados, rociados con ácido y lanzados a una fosa. Los mismos fueron exhumados después del colapso de la Unión Soviética. La identificación definitiva tomó años.
Finalmente, los cuerpos fueron sepultados en la catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo, en 1998.
Años después, algunos miembros de la Iglesia Ortodoxa rusa siguen poniendo en duda las conclusiones de los científicos.
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