Año CXXXVII Nº 49611
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Economía
Escenario
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 23/09
Mujer 23/09
Economía 23/09
Señales 23/09
Educación 22/09
Página Solidaria 19/09
Estilo 01/09

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 30 de septiembre de 2007  
En sintonía con los cambios de estación

Toda modificación climática y el nuevo paso hacia un cambio de estación influyen en nuestro cuerpo. La naturaleza siempre está dispuesta a transmitir cosas a través de su accionar. Saber percibirlas y estar en concordancia con esas acciones puede significar beneficios al organismo y a los estados de ánimo. Culturas milenarias como las de la India, China y también de tribus aborígenes de América fueron muy respetuosos de los cambios estacionales y cada uno supo estudiar las dinámicas que emanan de ella en los diferentes períodos.

  Cada una de las cuatro estaciones tienen su propia energía que actúa de diversos modos sobre el sistema inmunológico. El viento, la humedad, el sol, la lluvia, el frío, el calor o el clima seco son mensajeros de información hacia los millones de células que habitan nuestro interior, y según las características o el contexto en que se extienda, esa información puede tomar distintos matices a nivel mental, corporal o espiritual. Ser conscientes de eso nos hará más responsables de nuestra salud.

   La medicina tradicional china, que siempre pone su esencia en la prevención de enfermedades, hace una interpretación particular sobre la estación que comenzaremos a transitar. Ellos ponen énfasis en que la llegada de la primavera es una estación que invita a la expansión y a exteriorizar la energía hacia afuera, como suele ocurrir con las hojas de los árboles y las flores que inundan de color y alegría el paisaje.

La primavera contrasta con la actitud de repliegue de los días invernales que estimula más hacia el adentro junto a una mirada aguda hacia el universo interior. Esa notable diferencia aporta variedad de elementos de distintos matices sobre todo a la mente, el cuerpo y el espíritu. Y se debe tener muy en cuenta si es que intentamos encontrar una armonía entre nuestra vida interior y la realidad exterior que nos rodea.

   Desde disciplinas psicofísicas como el tai chi chuan se busca y se aconseja que durante la primavera se realice un trabajo corporal que apunte al fortalecimiento de articulaciones y tendones, ejercicios suaves que ayuden a la buena movilidad de la columna vertebral y se profundice la capacidad de flexibilidad en todos los músculos del cuerpo. Un fortalecimiento excesivo muscular no es aconsejable para esta época porque puede generar cuerpos duros y rigidez de movimiento.

   La primavera es una estación para soltarse en todo sentido de allí que necesitamos un cuerpo dinámico y flexible, con mucha movilidad de articulaciones y acompañados de tendones fuertes. Existen numerosos y variados grupos de ejercicios que apuntan a este tipo de condicionamientos, que se pueden hacer a cualquier edad y adecuarlos a las distintas características personales.

   Desde otro ángulo la primavera invita a la renovación, por eso es un período ideal para realizar ayunos o procesos de desintoxicación, por supuesto siempre bajo la mirada de un médico que sepa asesorarnos. En la nutrición debe haber abundancia de líquidos, verduras y frutas tomando distancia de todo tipo de alimentos que puedan ser pesados para la digestión. La medicina tradicional china considera al hígado y la vesícula biliar como los órganos más sensibles y susceptibles en esta etapa del año. Se aconseja siempre realizar ejercicios de yoga o tai chi que sean revitalizantes para esa zona del cuerpo, como también una nutrición que no exija demasiado sus funciones.

   También es un período para abandonar el café calentito y cambiarlo por el consumo de té. Este tipo de infusiones ayudará a una limpieza y un mejor funcionamiento de la zona renal, uno de los principales generadores de energía del cuerpo.

Durante este período del año es conveniente la práctica de la meditación tratando de encontrar la más adecuada a nuestra personalidad. La relajación mental que produce el estado meditativo permite una mejor apertura y paz para conectarnos con nuestro ser creativo.

   La primavera también es un momento de apertura social, de un mejor contacto con el otro.

Es una etapa para optimizar y mejorar las relaciones; darle más luz a nuestras amistades y brindar afecto a los seres queridos que nos acompañan en la vida.





Daniel Capello

Instructor de Tai Chi Chuan


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
En la mitología china Ho Hsien Ku representa las energías femeninas de la naturaleza.


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados