En foco. La pelea por el índice de precios

El nuevo escándalo en torno a las cifras del Indice de Precios al Consumidor (IPC)Nacional —por las diferencias en la provincia de Mendoza— que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) esta semana, desacomodó muchas piezas del tablero político y económico que de por sí se presenta bastante endeble a menos de un mes de las elecciones. Mientras la candidata Cristina de Kirchner intenta sellar con los empresarios y los gremios un pacto social que le garantice la gobernabilidad en los primeros meses de su (ya dado por hecho) mandato, las estadísticas oficiales que miden la inflación virtualmente intervenidas por el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, erosionan cada vez más cualquier acuerdo.

Cuando parecía que el IPC nacional podía convertirse en un termómetro más certero de lo que ocurría con los precios en todo el país, el avance del gobierno sobre las cifras tiñó de incertidumbre también a esta medición e instaló los cuestionamientos sobre el tema inflacionario, hoy prioritario entre los reclamos para la próxima gestión. Incluso fue más allá.

En una semana donde Cristina desde Estados Unidos le pidió a la conducción de la CGT prudencia en los reclamos salariales las incertidumbres sobre la evolución del precio provocaron un efecto bumeran y los sindicatos salieron a ponerle un número a la demanda de incrementos: será de entre 25 y 30% para el año próximo.

La inflación dudosa también trae en la cola algunos reclamos que exceden lo político-económico y alcanzan el aspecto tributario.

“Los consumidores pagan más impuestos (IVA) porque los precios suben”, señaló un tributarista para recordar además que el tema llegó a la justicia de la mano de los inversores cuyos activos se indexan por CER y piden un sinceramiento del indicador. ¿quién no?.