La robótica hogareña, un sector industrial en busca de inversores

Los costos para la fabricación limitan la expansión de los desarrollos locales

La fantasía del robot hogareño está a la vuelta de la esquina por los avances en las investigaciones, aunque el único freno a la vista —al menos en Argentina— está relacionado con los costos de fabricación de los modelos para lograr un precio accesible para el mercado local.

“Estos robots en Estados Unidos se venden a 150 dólares, pero acá tendría que tener un precio de 10.000 dólares, por la matricería”, afirmó Néstor Balich, investigador adjunto de la facultad de Tecnología Informática, de la Universidad Abierta Interamericana (UAI).

Se refería a unos robots cuyo diseño, de no más de 40 centímetros de alto, los convierten en un “juguete multimedial” y que formaron parte de una muestra realizada por la casa de altos estudios en el marco del Congreso Internacional en Innovación Tecnológica Informática (Ciiti).



Pata de fierro

Las estrellas de la muestra fueron robots de 7,5 centímetros de altura que por su capacidad para reaccionar ante el movimiento de otros objetos participaron de un partido de fútbol, que deleitó a los asistentes de la muestra.

El fútbol es el deporte que más eligen los estudiantes de sistemas para profundizar sus investigaciones en robótica.

   “Así como hoy pueden adquirir un controlador para la iluminación, el mismo equipo, desde la computadora, permitiría automatizar las funciones de un robot”, explicó el especialista, quien aseguró que “se perfila un mercado futuro de la robótica aplicada a la vida hogareña cotidiana”.

Mientras tanto, se trabaja sobre modelos con otras funcionalidades que, por formar parte de la incubadora de la UAI, están a la espera de encontrar empresas interesadas en financiar la producción de este tipo de equipos.

Entre ellos figura un robot que puede cargar hasta 150 kilos y correr a 10 kilómetros por hora y que con las baterías típicas de un auto mediano llega a tener hasta 4 horas de autonomía.

Otro caso es el robot que permite “destapar cañerías” que es uno de los cuatro proyectos que está en la incubadora de negocios, y finalmente los UAI Bots, que resultan atractivos para actividades de marketing o entretenimiento.

Por otra parte en la misma incubadora de negocios, se está trabajando sobre el área de la salud, especialmente a través de la biométrica y de hecho han patentado una resina que permite emular en modelos de alta sofisticación partes del cuerpo humano para que los investigadores pueden hacer pruebas de laboratorio, sin tener que utilizar cadáveres o animales vivos.

Otra innovación que ya se está utilizando en las escuelas que dependen de la misma universidad, son aplicaciones de domótica para la realización de maquetas de cualquier tipo, con partes móviles que pueden controlarse desde la computadora.

“El objetivo es que los alumnos puedan trasladar sus conocimientos de computación y descubrir la importancia de la aplicación concreta, con un fuerte desafío en la capacitación de las ciencias duras”, en referencia a matemáticas, física y química.

En una muestra organizada por la UAI se exhibieron robots diseñados por investigadores locales.