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sábado,
22 de
septiembre de
2007 |
La pesca comercial en Victoria quedó prácticamente paralizada
Lizi Domínguez / La Capital
Victoria.— La pesca comercial de esta ciudad se encuentra prácticamente paralizada debido a que el principal frigorífico local, que agotó el cupo de exportación permitido, dejó de comprar la producción de los trabajadores del río porque tiene sus cámaras abarrotadas de mercadería por comercializar.
Por tal motivo, el intendente César Garcilazo junto a representantes de pescadores, barqueros y cámaras frigoríficas se reunió esta semana con el subsecretario de Pesca de la Nación, Gerardo Nieto, para solicitarle una ampliación del cupo exportable de pescado dado que corre riesgo el sustento de más de 800 familias que dependen de esta actividad.
En junio pasado, el Ministerio de Economía de la Nación fijó un cupo de 8.000 toneladas para la exportación de sábalo, repartidas en 4.400 para Santa Fe y 3.600 para Entre Ríos.
“Había una promesa de la Nación de ampliarlo para fines de agosto, pero no tenemos noticia al respecto y ahora las plantas están abarrotadas de pescado”, expresó el jefe comunal victoriense.
“Un estudio científico muy interesante hecho por la Universidad de La Plata, a pedido de la Subsecretaría de Pesca, revela que se pueden extraer hasta 15 mil toneladas por año de sábalo y actualmente no sé si llegan a 10 mil. Es por eso que pedimos que a Entre Ríos se le amplíe el cupo de exportación en un 50 por ciento, lo cual está en estudio y tendremos respuesta la semana que viene”, señaló el intendente.
Sin trabajo. El titular de la Cámara de Pescadores y Barqueros, Ramón Garcilazo, expresó que “la gran mayoría de los pescadores se quedaron sin trabajo” porque el frigorífico Epuyén —que capta el 80 por ciento de la producción de los trabajadores del río de Victoria y las inmediaciones— ya no compra más pescado, debido a que sus cámaras se encuentran al límite de la cantidad permitida para exportar.
“Nos preocupa sobremanera esta situación, porque en Victoria hay 800 familias de pescadores, más todos los trabajos indirectos que se suman a esta actividad económica que es muy importante para nuestra ciudad”, añadió el mandatario municipal.
Oposición y denuncias. César Garcilazo comentó que “Santa Fe es muy reticente a nuestro pedido por cuestiones preservacionistas. Supimos incluso que hubo una reunión entre el subsecretario de Pesca con funcionarios de Corrientes, Formosa, Chaco, Misiones y Santa Fe, en donde estas provincias aseguraron que no están dispuestas a ampliar el cupo”.
En otro orden, pescadores de Santa Fe manifestaron al defensor del Pueblo de esta provincia, Carlos Bermúdez, su preocupación porque en Entre Ríos no se respeta un acuerdo preexistente y se permite extraer piezas de menor tamaño al permitido, lo cual —a su entender— generaría la depredación del recurso.
En rigor, en Santa Fe se obliga a pescar piezas de un mínimo de 42 centímetros de largo mediante redes con aberturas de 16 centímetros entre nudo y nudo, mientras que en Entre Ríos se capturan peces de 38, con redes de 16.
Veda. Otro reclamo de los trabajadores de la margen santafesina se fundamenta en que en este territorio la veda para la pesca comercial del sábalo se implementaría por un lapso de 90 días —de noviembre a enero—, y en Entre Ríos sólo sería de 45, aunque en esta provincia la medida aún no ha sido normada.
Bermúdez tomó nota de estas y otras demandas —relacionadas con los subsidios que les corresponden a los pescadores durante el período de restricción de su actividad y que motivaron esta semana el corte del puente Victoria-Rosario— y se comprometió a mediar con las autoridades santafesinas y con el defensor del Pueblo de la Nación, a los fines de reclamar políticas pesqueras unificadas para toda la cuenca de los ríos de la Plata y Paraná, para la protección de los recursos pesqueros. l
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