Kirchner llamó a la dirigencia a "reunirse y dejar de quejarse"

Buenos Aires- El presidente Néstor Kirchner consideró hoy que los argentinos necesitan “de una dirigencia que deje de quejarse y de hablar mal del otro” y llamó a sus adversarios a “reunirse para tratar de hacer mejor las cosas”.

El Presidente destacó también “la alegría y el calor de sentir cariño por el adversario” y consideró que se observa “un renacer de la dirigencia” que debe encontrar a sus integrantes “reunidos tratando de hacer mejor las cosas”.

Kirchner visitó este mediodía a Luján para el acto de inauguración de la última etapa de restauración de la basílica y el inicio de la remodelación de la Plaza Belgrano de esa ciudad bonaerense.

En referencia a las obras en la Basílica, el mandatario dijo estar “muy contento” de “haber cumplido con la palabra empeñada de restaurar esta querida Basílica”.

Minutos después, el primer mandatario dijo a Télam que “durante muchos años” los dirigentes han tenido “la tentación de creer que con un discurso se cambia y se transforma todo”.

“La experiencia que me llevo de mi mandato es ver cómo poco a poco fue creciendo la credibilidad de la sociedad y cuando uno lo que dice, lo hace. Puedo asegurar que dormís muy tranquilo”, agregó.

El Presidente dijo que fue “feliz de haber representado a todos los argentinos”, y reiteró que en el final de mi mandato es “una cuestión de respeto al pueblo” que los presidentes lleguen “por la puerta que corresponde” y “se vayan por la puerta que corresponde también”.

“Eso significa que somos un país serio”, recalcó, y evaluó que Argentina recuperó “la autoestima” porque se les “había hecho creer a los argentinos que eran los peores del mundo”.

Del acto participaron también la senadora y candidata presidencial por el oficialismo, Cristina Fernández de Kirchner; el vicepresidente y candidato a gobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien estuvo acompañado por su esposa Karina Rabolini.

También estuvieron el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá; el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el secretario General de la presidencia Oscar Parrilli, entre otras autoridades.

Kirchner y su esposa fueron recibidos en la escalinata de acceso al templo por el obispo de Luján, monseñor Rubén Di Monte, junto al intendente local Miguel Angel Prince.

En la segunda y anteúltima etapa de remodelación, se restauraron las zonas con humedad de la Basílica y el santuario y se pusieron en funcionamiento nuevas instalaciones eléctricas.

Al finalizar el discurso, el presidente Kirchner dijo que espera que cuando se inaugure la tercer etapa “puedan estar acá las autoridades” y él mismo “como un feligrés más, admirando lo que hacen los que vienen”.

“Eso es lo bueno, lo que venga estará mucho mejor”, consideró.

Al término del acto, el jefe de Estado se dirigió junto a su comitiva a la plaza Belgrano, frente a la Basílica, donde inauguró la primera etapa de remodelación de ese paseo público.

Mientras su esposa saludaba a los vecinos de Luján, el Presidente ratificó a los periodistas que seguirá “haciendo política toda su vida” y que contribuirá “al crecimiento de la Argentina”.

“Como hacen ustedes trabajando desde el lugar que están, los argentinos tenemos que acostumbrarnos que uno ejerce responsabilidades por un tiempito de la historia, lo que pasa es que algunos quieren quedarse abrazados a la historia”, bromeó.

En tono jocoso, dijo finalmente que Argentina tendrá “tan buenos gobiernos que la gente siempre va a estar pensando en cosas nuevas para que venga algo nuevo, gente más joven, para que el país siga creciendo”. (Télam)

El presidente y otras altas autoridades durante la inauguración de las obras en la Basílica de Luján.