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sábado,
22 de
septiembre de
2007 |
Marsella más celeste y blanca que de costumbre
Marsella.- La mediterránea ciudad de Marsella posee como colores distintivos el celeste y blanco, por eso se lo encuentra en su escudo, bandera y en la camiseta del Olympique, sin embargo, desde las primeras horas del viernes, el puerto más grande de Francia se tiñó de “albiceleste” argentino por la llegada de miles de hinchas para presenciar el partido de Los Pumas ante Namibia.
La expectativa por la presentación de Los Pumas en uno de los centros turísticos más importantes de Francia, y el buen tiempo reinante en los primeros días del otoño europeo, hizo que Marsella se poblara de argentinos, todos enfundados en banderas o gorros y sin realizar esfuerzos por disimular su inconfundible acento.
A los 2.000 hinchas que llegaron desde Argentina para seguir el Mundial se le sumaron otros 5.000 provenientes de distintas ciudades francesas y europeas, lo que supero las expectativas de los organizadores.
Llegados en avión, tren, bus o autos desde España, Italia, Alemania, Bélgica o Inglaterra, miles de argentinos se adueñaron de la ciudad y por eso en el pintoresco Vieux Port se transformó en una “petit argentine”, como la definió Halil, mozo de uno de los tantos bares atestados de argentinos.
Las tres pantallas gigantes que la Alcaldía de Marsella puso a disposición de los hinchas, en distintos puntos turísticos de la ciudad, fueron literalmente copadas por los argentinos, dejando atrás a franceses, ingleses, escoceses e italianos.
También se hizo presente en Marsella el Embajador argentino en Francia, Eric Calcagno, quien posee una buena relación con sus compatriotas que juegan en el Stade Francais parisino y por eso se acercó para representar diplomáticamente a la Argentina y seguir la tercera presentación de Los Pumas. (Télam).
La expectativa por la presentación de Los Pumas en uno de los centros turísticos más importantes de Francia, y el buen tiempo reinante en los primeros días del otoño europeo, hizo que Marsella se poblara de argentinos, todos enfundados en banderas o gorros y sin realizar esfuerzos por disimular su inconfundible acento.
A los 2.000 hinchas que llegaron desde Argentina para seguir el Mundial se le sumaron otros 5.000 provenientes de distintas ciudades francesas y europeas, lo que supero las expectativas de los organizadores.
Llegados en avión, tren, bus o autos desde España, Italia, Alemania, Bélgica o Inglaterra, miles de argentinos se adueñaron de la ciudad y por eso en el pintoresco Vieux Port se transformó en una “petit argentine”, como la definió Halil, mozo de uno de los tantos bares atestados de argentinos.
Las tres pantallas gigantes que la Alcaldía de Marsella puso a disposición de los hinchas, en distintos puntos turísticos de la ciudad, fueron literalmente copadas por los argentinos, dejando atrás a franceses, ingleses, escoceses e italianos.
También se hizo presente en Marsella el Embajador argentino en Francia, Eric Calcagno, quien posee una buena relación con sus compatriotas que juegan en el Stade Francais parisino y por eso se acercó para representar diplomáticamente a la Argentina y seguir la tercera presentación de Los Pumas. (Télam).
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