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sábado,
22 de
septiembre de
2007 |
Tienen 9 años, les preocupan la discriminación y los robos
Alumnos de la Escuela Sarmiento debatieron sobre convivencia ciudadana
“Tengo un vecino que sufrió mucho desde chico la discriminación porque es homosexual. Eso no debería pasar porque todos somos seres humanos”. Sin titubear el que habla es Pedro Baronti, de 9 años. A su vecino lo eligió como personaje del barrio para una clase de formación ética, donde el tema en cuestión era: “La ciudad como espacio democrático”.
Pedro es alumno de la Escuela Nº 55 Domingo Faustino Sarmiento de Rosario. Se anima un poco más y asegura también haberse sentido discriminado por su altura. “En el club, los chicos más grandes, de 12 o 13, no me dejan jugar con ellos, porque dicen que soy chico (por la estatura)”.
La propuesta de dialogar sobre convivencia y democracia en la ciudad la llevó a la clase el maestro de 4º Ariel Aguirre. Es parte de un proyecto más amplio donde los chicos fueron invitados a armar maquetas que representaran su barrio o el de la escuela.
Al hablar de convivencia los problemas de discriminación ganaron la charla. Nicolás Chiang, también de 9, nació en Rosario pero su familia es de Taiwán, contó para todos que sus rasgos físicos fueron más de una vez motivo para sentirse discriminado.
Enseguida se suman Imanuel Carreras, Valentina Cardozo y José Luis Zuker, todos de 9, que recuerdan que en más de una ocasión los diferenciaron “por gordos”.
Ser un niño o niña también es para los chicos una de las causas que los lleva a ser dejados de lado o pasados por alto por el mundo adulto. Así lo explica, Catalina Odisio, de 4º año, que dice que cuando va a un negocio la hacen esperar “por ser una nena”, y “pasan primero los grandes”.
Apoyada sobre la pared del salón, Trinidad Urandecich (9) pide la palabra para dar sus conclusiones: “Estamos en una civilización, en el 2007, no podemos discriminar por ser gordos o negros, así lo único que hacemos es que la gente se sienta mal”.
Preocupaciones
El profesor Ariel Aguirre asegura que las conversaciones con los alumnos son más que fructíferas cuando se reflexiona en común. Muestra recortes de diarios, con notas sobre el racismo y que le han servido de disparadores para dialogar con sus alumnos sobre los problemas que les preocupan, entre otros ejemplos.
“Hubo mucho entusiasmo y esfuerzo puesto en este trabajo”, dice Silvia Gerlo, también maestra de 4º al referirse a la muestra de maquetas realizada por los alumnos. Y es verdad, el color y la creatividad ganan en cada trabajo expuesto en una de las salas de la escuela.
“Trabajé mucho con esta maqueta”, cuenta Agustín Rosa, de 4º y recuerda que primero ubicó su casa “y el sanatorio que está al lado”. Julio Martel, también de 9 años, tiene otra mirada sobre lo que son espacios indispensables para su barrio. “Lo primero que me pareció importante que estuviera fue la heladería, luego la iglesia y después los edificios. La plaza es otro lugar importante para el barrio”.
Amarilis Herrera describe cómo fue su maqueta, y concluye para todos que se trata de “un lindo proyecto”.
Cuando hablan de los problemas con los que convive la ciudad, los chicos tienen su mirada. “Me preocupan los robos, la inseguridad y el estrés”, dice Manuel López. En cambio, para Marcos Long la preocupación pasa por “la desigualdad social, la gente que está en la calle. Los que viven mal mientras otros viven muy bien”.
Jimena Zarate coincide con su compañero Facundo Nuña para definir a “la inseguridad y la pobreza” como los problemas comunes. Y al final Laurita Trarizzi prefiere hablar del lugar por el que pasa todos los días: “Me preocupa que a la escuela no le falten cosas para enseñar”.
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Fotos
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Las maquetas las realizaron chicos de 4º año pensando en la ciudad. Dicen que los han discriminados "por niños o gordos".
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