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sábado,
25 de
agosto de
2007 |
Mi adiós
al Negro
Tomé el diario, vi su imagen, me conmovió la noticia (el Negro Fontanarrosa “que lo parió”), ¡qué desdicha! Leer que estaba en el cielo, se llevó su narrativa, sus chistes, sus episodios: creando allá, las sonrisas. Y fui escuchando la tele, y vi diarios, con pericia ninguna palabra en contra: “Elogios al humorista”. Se oyó por el mundo entero fue en Rosario su inventiva, que lo llevó a ser un grande traspasando su Argentina. El Congreso de la Lengua lo cerró con bienvenidas, bromas muy dicharacheras, su ciudad fue entonces vista. Yo quiero escribirle al Negro porque soy muy rosarina, perdón pido al atreverme con decir que soy poetisa. Pero algo más nos ha unido: les diré, yo estoy suscripta y como él soy muy “canaya”, mi platea es vitalicia. ¡Cuántos años que pasaron! yo con Aldo y con mi hija, él siempre con sus amigos estaba, al girar la vista. Pienso que en muy poco tiempo habrá azules y amarillas, remeras en el Gigante, él las mirará de arriba. Y yo viendo su platea, que permanecerá invicta, al ser de “ilustre canaya”, diré una oración sencilla, rindiendo así mi homenaje: “¡Tendré mi misión cumplida!”.
Carmen Lala, DNI 5.556.220
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