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| jueves,
23 de
agosto de
2007 |
El nuevo eje Lilita-Murphy impacta de lleno en el PS
Rodolfo Montes / La Capital
La estrategia fue construida y defendida durante más de un año. Ante la falta de un postulante con capacidad de emocionar al electorado (descartado Hermes Binner, candidato en Santa Fe), el Partido Socialista se aferró al protectorado de Elisa Carrió a fin de realizar una elección nacional decorosa.
En la recta final hacia las urnas aparece el nombre de López Murphy y el acuerdo Carrió-PS amenaza romperse.
La estrategia de llevar a Lilita en la boleta a pesar de los que alertaron sobre su riesgo precipitó la ruptura del PS en distritos como Capital Federal, Buenos Aires y Córdoba.
El viraje político de la fundadora del ARI provocó desgarramientos en su propio partido, al que luego renunció.
Pese a todo, el PS conducido por Rubén Giustiniani ratificó el apoyo a Carrió en un congreso al que Binner no concurrió.
Ayer Giustiniani salió a plantear el límite, “Con Recrear, no”. De todos modos, agregó: “Habría que esperar que las versiones se confirmen”. Si el viraje de Carrió a la centroderecha se concreta, el PS tendría que redefinir una nueva estrategia hacia el 28 de octubre y nominar un nuevo candidato a presidente. No parece un desafío fácil, sobre todo porque debe ahorrar energía hasta el 2 de septiembre, cuando se realicen las elecciones en Santa Fe, el “objetivo nacional principal”, según repite Giustiniani.
Si Carrió emigra del progresismo, el PS se verá obligado a trabajar a toda velocidad a partir del 3 de septiembre para definir un nuevo candidato, con seguridad un nombre con menos chapa que la mediática chaqueña. Puede ser la oportunidad para rectificar un error y, ahora sí, nominar un candidato propio, o con afinidad asegurada, para la presidencial de octubre.
Quien evitó referirse a la cuestión que sacude al PS fue precisamente el candidato a gobernador Hermes Binner.
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