Año CXXXVII Nº 49573
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Escenario
Policiales
Cartas de lectores
Señales
Mundo digital



suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 19/08
Mujer 19/08
Economía 19/08
Señales 19/08
Educación 18/08
Estilo 04/08
Salud 01/08
Página Solidaria 01/08

contacto

servicios
Institucional



 jueves, 23 de agosto de 2007  
Un amante irresistible

Ricardo Luque / La Capital

Aprendí a escuchar a Nacho recién cuando mi hijo empezó a ir a la escuela. Antes lo oía a lo lejos, en ese sopor insoportable que envuelve las mañanas que siguen a las noches largas. Su voz se arrastraba hasta mi habitación desde la cocina, donde mi vieja mantenía encendida la radio desde mucho antes de que el día valiera la pena ser vivido. No sé qué hacía en la cocina además de escuchar a Nacho, nunca me levanté a averiguarlo, aunque la duda me carcomía las entrañas. Hoy, después que ella me despertó con la voz quebrada para avisarme que Nacho había muerto, sé la verdad. Sé que se levantaba temprano, sin hacer ruido, para no despertar al viejo que aprovechaba los últimos minutos de la noche acurrucado en un rincón de la cama. Sé que, moviéndose con el sigilo de un gato siamés, caminaba hasta la cocina, donde en silencio tomaba unos mates amargos antes de que la familia despertara. No lo hacía sola. La acompañaba Nacho. Que, como siempre quiso, se había convertido en su amante secreto. En el suyo y en el de todas las amas de casa que, antes de entregarse a la rutina, se permitían escapar, aunque más no sea por unos pocos minutos, al mundo de fantasías al que Nacho las invitaba a pasar cada mañana desde la radio. Fantasías non sanctas, claro, qué otras fantasías seducen a una mujer. Ninguna. Y Nacho lo sabía mejor que nadie. Hablaba en voz

baja, cómplice, como si

susurrara una declaración de amor. O mejor, una propuesta indecente. Que eran su debilidad.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Notas Relacionadas
Murió Nacho Suriani, la voz más escuchada de la radio rosarina



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados