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domingo,
19 de
agosto de
2007 |
Beneficios de un plan nutricional personalizado
La obesidad se define como exceso de tejido graso en el organismo. Este exceso da lugar a un sobrepeso en relación con la altura y la estructura ósea. Actualmente se utiliza la fórmula del índice de masa corporal (I.M.C. o BMI, Body Mass Index) que determina el grado de bajo peso, sobrepeso u obesidad. Se calcula con el peso dividido por la altura al cuadrado. El valor normal es entre 18.5 y 24.9.
Al dar valores mayores a este número se necesita realizar un plan de alimentación personalizado según los gustos y necesidades de cada uno. Para obtener los resultados deseados es recomendable la consulta con un profesional. Entre las pautas nutricionales para tener se mencionan:
Disminuir la porción que se consume en forma diaria para conseguir reducir el peso.
Realizar una actividad todos los días (30 minutos como mínimo) e ir incrementando realizando previamente un control con su médico clínico.
El ejercicio es parte esencial en el tratamiento de la obesidad, diabetes, hipertensión arterial y también mejora el estado de ánimo, entre otros beneficios.
Consumir de 1,5 a 2 litros de líquido por día.
Realizar las cuatro comidas principales, desayuno, almuerzo, merienda y cena y una o dos colaciones (pequeñas ingestas a media mañana y media tarde).
Suprimir azúcares concentrados y alimentos que los contengan. Elegir alimentos con harinas integrales o fibra en lugar de los que abunden en grasas y azúcares simples.
Reducir grasas y aceites eliminando alimentos fritos o grasosos.
Preferir lácteos descremados.
Seleccionar las carnes sin grasa y el pollo sin piel.
Aumentar el consumo de pescados.
Consumir libremente ensaladas y verduras cocidas cuidando el aceite que se le agrega. Utilizar aderezos como limón, vinagre y pimienta y utilizar la sal en forma moderada.
Abordaje complementario
La disciplinas complementarias, en especial la reflexología, (practica milenaria basada en el masaje y dígito presión puntual de determinadas áreas del cuerpo, en especial los pies donde está representado todo el organismo) permite estimular y/o inhibir determinados procesos fisiológicos. En particular la obesidad puede tratarse desde la reflexología para reforzar las pautas nutricionales personalizadas a través de técnicas manuales y verbales concretas.
Corrigiendo ciertos desequilibrios energéticos se puede aumentar la probabilidad de éxito de un plan alimentario orientado hacia una vida más sana.
La ventaja de hacer un plan personalizado, complementario e interdisciplinario es que se tiene en cuenta las prioridades, los horarios y los gustos alimentarios.
Ileana Frare (nutricionista)
Juan M. Encalada (reflexólogo)
centro—[email protected]
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