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 domingo, 19 de agosto de 2007  
Cocina: ¿Tarta o pastel?

Quique Andreini / La Capital

Mi querida amiga, en esta época de tanta velocidad, prácticamente no tenemos mucho tiempo para pasar en la cocina, por eso le propongo algo rápido para sacarla del paso cuando su esposo llega del club con amigotes famélicos y le pregunta: “¿Vieja, que hay para comer?”, como si se hubiera pasado todo el día, cómo decirlo delicadamente, haciendo ocio (usted me entiende, no).

   La propuesta es un simple pero delicioso pastel de jamón y queso al vino. ¿Por qué pastel y no tarta?, preguntará usted sabiamente, mi querida lectora. Le cuento que en el pastel el relleno queda cubierto por una capa de masa, mientras que en la tarta el relleno queda al descubierto o simplemente cubierto por la decoración (esto vale tanto para las preparaciones saladas como para las dulces). Entonces, insistirá, ¿está equivocado el restaurante de aquí a la vuelta y la rotisería de la esquina que vende una tarta pero realmente es un pastel? Sí, están equivocados. Sea buena y enséñeles.



De jamón y queso



Ingredientes:



  • 2 tapas de masa de hojaldre

  • 1 cebolla grande

  • 60 g de manteca

  • 200 g de jamón cocido

  • 3 huevos duros

  • 250 g de queso cremoso

  • 100 g de aceitunas verdes

  • 1 huevo

  • 3 cucharadas de azúcar

  • 1 pocillo de vino blanco

      

     Algunos consejos para tener en cuenta cuando compre tapas de masa ya elaboradas: fíjese en la fecha, tiene que estar impresa en la cubierta de plástico que le indica el día de elaboración y de vencimiento. Consérvela sin doblar, se quiebran muy fácilmente. Si la guardó en el freezer cuando la vaya a usar no la ponga en un lugar templado para acelerar el descongelamiento, deje que lentamente tome la temperatura ambiente.

       Enmanteque y enharine un molde para tarta de 28 centímetros. Va a tener que estirar un poco las tapas con el palo de amasar para que pueda cubrir todo el molde. Forre con una de ellas la tartera. Derrita la manteca en una sartén y rehogue la cebolla cortada en aros. Una vez que estén transparentes retire del fuego. Escurra las cebollas sin el líquido de la cocción y distribuya sobre la masa (si le dejara el líquido humedecería la base de la tarta y al desmoldarla se rompería).

       Corte en pequeños trozos el jamón. Vierta el pocillo de vino blanco seco en una sartén, agregue el jamón picado y cocine en el vino unos minutos. Retire del fuego y vierta sobre la capa de cebolla. Agregue el queso cremoso cortado en daditos chicos (se facilita mucho esta tarea si se moja la hoja del cuchillo con agua). Distribuya sobre el queso los huevos duros picados y las aceitunas descarozadas y picadas (no mucho porque es interesante encontrarlas al masticar).

       Cubra con la otra tapa de masa a la que habrá mojado los bordes con agua para ayudar a sellarla, y haga un repulgue o cierre haciendo presión con la ayuda de un tenedor. Pínte con un huevo batido al que le habrá agregado un poco de pimentón para darle un bonito color o con un poco de leche. Si desea puede espolvorearlo con azúcar para darle un toque dulce, y lleve a horno moderado unos 25 minutos. Retire y sirva acompañado con una ensalada fresca.



    ¡Estoy en el aire!



    ¡No diga que no le avisé! De lunes a viernes, a las 11.15, puede escuchar nuestra contribución al desconcierto gastronómico en “Para todos”, por radio LT3, en AM 680.



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