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domingo,
19 de
agosto de
2007 |
"Las peleas de adolescentes son un grito de auxilio ante el desamparo"
La pelea de pandillas compuestas por cerca de una treintena de adolescentes de entre 14 y 17 años que fueron arrestados el viernes tras protagonizar una batalla campal en el macrocentro, encendió una alarma en la sociedad.
La gresca, que se había iniciado en internet con amenazas, se produjo pocos días después de que alumnos de la ex Técnica Nº 6 destrozaran un aula y mostraran su “hazaña” en la web.
“Estos adolescentes desorientados están mostrando su descontrol, esta violencia es un pedido de auxilio ante su sufrimiento y desamparo”, reflexionó la psicóloga Cecilia Pedro.
Para la terapista ocupacional ligada a temas educativos María José Borsani, cuando “no puede circular la palabra se encuentran estos modos de manifestación”.
Las adyacencias del Monumento y de la ex Aduana fueron los escenarios elegidos el viernes para el enfrentamiento de gavillas. Trompadas, patadas, piedrazos, destrozos a vehículos y 27 menores detenidos en las comisarías 1ª y 3ª fue el saldo de una violencia que había empezado en internet entre la banda de “la favela” y “el niño”. Las amenazas circularon por la web (al igual que los destrozos de los bancos de la ex Técnica Nº 6 que provocaron los propios alumnos y divulgaron en YouTube) y desembocaron en una gresca entre alumnos del Colegio Padre Claret, las escuelas Nacional Nº 1 y 2, la Técnica Nº 5 y el Liceo Avellaneda.
“El lazo social que nos debería unir se ha resquebrajado y la solidaridad aparece desdibujada, el individualismo tiene más fuerza y el otro queda convertido en un competidor en potencia al que hay que derrotar para sobrevivir. Soy yo o el otro”, indicó Pedro.
Para Borsani, “más que sancionarlos hay que preguntarles qué les pasa y cuestionarnos los adultos si no están reproduciendo modelos de exclusión que muestran los medios electrónicos”. Y agregó: “Le están diciendo algo a la escuela, que no está exenta de responsabilidad ante el adolescente”.
“Vivimos la sociedad del desamparo, sin ley ni límites, donde todo vale y pareciera que no hay barreras de contención”. agregó Pedro. Para la psicóloga, “la adolescencia implica fragilidad y constitución subjetiva, de búsqueda en la sociedad de caminos en donde no encuentran respuestas satisfactorias que les brinden espacios de contención, y sobre todo esperanza de un futuro posible”. Para ambas, los grupos de jóvenes surgen como una superación del mundo infantil y son un arma de doble filo: sirven par contener o disparar la violencia. l
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