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domingo,
19 de
agosto de
2007 |
Corrupción con "K"
El Gobierno disimula tan esmeradamente que podría terminar creyendo lo que finge. Este nuevo capítulo de corrupción con "K" nos demuestra que ya ni se cuidan en las formas. Cuando la impunidad es tan desmedida, se pierden los recaudos más elementales. También es notable la reacción de los hombres del Gobierno ante semejante escándalo. Es de gran prudencia cuando un daño involuntario puede remediarse, que se remedie. En este caso, se intentó disimularlo. Debemos distinguir entre hablar para engañar y callar para mantener reserva, decía Voltaire. Ambos consejos muy bien aplicados por nuestros funcionarios. Todos vemos lo que aparentan, pero también advertimos lo que realmente son. Pareciera que ha llegado la hora de la Justicia para este Gobierno. También pareciera que ha llegado la hora de hacernos cargo como sociedad de lo que venimos votando.
Santiago Lucero Torres
DNI 22675489
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