Ni igual ni diferente: “honesto”

Es innegable que Iñaki Urlezaga se hizo un lugar e impuso su nombre en el competitivo y superpoblado panorama de la danza, pero ¿qué lo diferenció entre los miles de aspirantes a ocupar un lugar en la primera línea? “No lo lo sé. Yo nunca entendí mucho ni cómo se construye un éxito, ni qué es en realidad un éxito; si es gustarle a los críticos, al público o a vos mismo. Me parece que lo más interesante que un artista puede llegar a tener es coraje para mostrarse tal cual es arriba del escenario. Cuanto más verdadero, más franco y más honesto con lo que seas, vas a ser más interesante para el otro. Sea lo que des, va a ser algo preciso. ¿Es mucho, es poco? Pero es honesto y es bueno. Me parece que en realidad es animarse a ser auténtico. Nunca me cuestioné cómo soy; sí trato de perfeccionarme día a día, pero lo que tengo no lo escondo, porque en realidad es lo único que tengo para dar. No puedo ser otro”.

   En ese panorama están en juego los nombres de estrellas como Julio Bocca y Maximiliano Guerra, pero aunque siente admiración, Urlezaga aseguró que nunca quiso ser otro que él mismo: “No tengo rivalidades. Nunca quise parecerme a nadie. La verdad sí los he admirado muchísimo, pero parecerme a tal persona, no. Ni siquiera a Nureyev, que para mi fue lo más sobresaliente que tuvo la danza”.