Juegos, canciones y chistes

El escritor santafesino Luis María Pescetti presenta en Rosario “Inútil insistir”

Juegos, canciones, chistes. Con esa lógica se presenta el nuevo espectáculo de Luis María Pescetti, “Inútil insistir”, que el sábado 18 y domingo 19 estará en Rosario (teatro La Comedia, de Mitre y Ricardone). La particularidad es que esta vez convoca no sólo a niños sino a público de todas las edades.

Pescetti es uno de los escritores argentinos más reconocidos en las escuelas. Sus libros son disfrutados por chicos (y grandes) de todas las edades. Desde el desopilante “Los señores Moc y Poc”, hasta los recientes “Lejos de Frin” y “Bituin, bituin Natacha”.

Pero además ha establecido un vínculo casi permanente con quienes lo siguen desde sus cuentos, canciones y juegos musicales, y a través de cada visita a los colegios y en sus shows.

El autor de Natacha es santafesino. Nació en San Jorge, está radicado en Buenos Aires y tiene buena parte de su trayectoria laboral realizada en México y España. Afirma que se divierte con cada guión que escribe: “Si los leyeras verías la distribución que hay de juegos, canciones chistes; y juegos, canciones, chistes...”.

Llega a Rosario después de hacer 20 presentaciones llenas en el teatro Metropolitan de Buenos Aires. El repertorio de sus canciones incluyen las de “Inútil insistir”, están en su página web www.pescetti.com, donde también hay una recomendación: “¡Gentes: lleven sombrero al teatro! (gorra, pañuelo en la cabeza, triángulo hecho con diario, etcétera)”, para sumarse a uno de los juegos sin excusas.

—¿Cómo se hace para reunir a chicos y grandes en un mismo espacio?

—Los chicos quieren aprender del mundo adulto y los grandes quieren volver a la infancia. Entonces imaginate cómo está la autopista...

—¿Y en qué consiste el nuevo repertorio?

—Siempre pongo como ejemplo que si una familia te invita a ver las fotos de sus vacaciones, seguro decís “ni loca”, pero si te dicen te sacamos 15 fotos en una semana y vos no te diste cuenta, lo primero que decís es “mostrame eso”. Lo que hago son canciones y monólogos que hablan de momentos de la vida cotidiana de una familia. De lo que queda puertas adentro y no sale a las cámaras: qué piensa un niño cuando va a nacer un hermanito, la manipulación de un niño a una mamá porque se va a trabajar; la comunicación entre padres e hijos: “Bien, nada, bien, nada”. Hay desde canciones que hablan de los miedos nocturnos, que es de la rosarina Patricia Larguía, hasta otras más referidas a la vida adulta. Una cuenta que me iba a bañar con el móvil por si llamabas, y que habla de un engaño amoroso.

—¿Por qué “Inútil Insistir”?

—Porque quería hacer un show con todas canciones nuevas y cada vez que lo hacía me pedían “cantame...” (pidiéndome canciones anteriores). Entonces me dije a mí mismo “aflojando...” O sea lo de “inútil insistir” es para mí.

—Pero también el título recuerda a los padres o maestros, cuando resignados a un niño dicen: “Es inútil insistir con este chico”, “este chico me ganó” o “con este chico no se puede” porque siempre gana.

—Tiene que ver con todos esos momentos. Cuando uno empieza a decir es “inútil insistir” es porque empieza a adaptarse y no cambiar todo. No tiene que ver aquí con el fracaso sino con reconocer “bue, hasta aquí llegó la posibilidad de querer tocar los controles, lo que ahora sigue es adaptarse”.