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domingo,
05 de
agosto de
2007 |
Regresó la estatua de Belgrano al parque Independencia
Silvia Carafa / La Capital
De repente el bulevar Oroño volvió en el tiempo. Uniformes del 1800 y salva de viejos cañones plasmaron una postal por demás de colorida. Desde lo alto, el general Manuel Belgrano pareció disfrutar de la ceremonia al tiempo que globos celestes y blancos dominaron el paisaje. Todo esto se vivió ayer en pleno corazón del parque Independencia, donde fue reinaugurada la estatua ecuestre del prócer, que ahora vuelve a lucir erguido y brioso después de un año de reparaciones.
El arreglo fue realizado con el apoyo del Banco Galicia y el trabajo paciente del equipo de restauradores. Los detalles que formaron parte de la ceremonia apuntaron a destacar los símbolos como nudo de encuentro entre los habitantes y la obra de Manuel Belgrano.
Para reforzar su imagen y trayectoria, del acto participó la Banda Tacuarí del Regimiento de Patricios, cuyo director utilizó una batuta histórica y centenaria enviada para la ocasión desde Salta. También hubo Guardia de Honor, formaciones militares y de la Asociación del Real Cuerpo de Blandengues, que llegó desde La Plata y que replican al primer ejército que se creó en el Río de la Plata en 1751.
“Hace décadas que no se veía una reconstrucción histórica tan importante en la ciudad, ojalá se repita”, aseguró el historiador Miguel De Marco (H). A las 12 y con Diana del Parque de fondo, un clásico de las marchas militares, los cuatro paños de lienzo que cubrían la estatua que ocupa la intersección de bulevar Oroño y Lugones fueron bajando lentamente entre el aplauso del público, el entusiasmo de sus restauradores y la mirada intrigada de los turistas desde las lanchas del Laguito.
También hubo ofrenda de laureles y una placa invocando a la Virgen de la Merced, Patrona del Ejército Argentino. “Belgrano rogó confiado, hoy pidamos, porque sólo una nueva propuesta de valores puede asegurar el desarrollo para todos”, dijo desde el palco el arzobispo José Luis Mollaghan. Y aclaró que el bien común, así constituido, es superior a los intereses individuales y es trascendente.
Para el intendente Miguel Lifschitz, en tanto, los monumentos son lugares de encuentro que se deben cuidar porque reviven la memoria colectiva, aunque “no todos lo entienden así”
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Fotos
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Integrantes del Regimiento de Patricios tiraron varios cañonazos en el marco de un acto que conjugó historia y originalidad.
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