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sábado,
28 de
julio de
2007 |
Error humano habría causado la tragedia del avión en San Pablo
San Pablo.- Un error humano fue la causa principal del accidente aéreo ocurrido hace 11 días en el aeropuerto Congonhas, de San Pablo, que dejó unos 200 muertos, aunque también influyó la pista corta, según una revista brasileña que hoy dijo haber accedido al informe de las cajas negras del avión de TAM.
“Estas informaciones, aún mantenidas en reserva por la comisión de la Aeronáutica que investiga el accidente, muestran que una de las palancas que regulan el funcionamiento de las turbinas, llamadas manetes, estaba fuera de posición cuando el avión tocó la pista de Congonhas”, según la revista Veja, el semanario de mayor tiraje en Brasil. El medio aseguró hoy que sus conclusiones se basan en informaciones obtenidas de las cajas negras del siniestrado Airbus A320 de TAM.
De acuerdo con el semanario, “el error hizo que las turbinas del Airbus funcionasen en sentidos opuestos: mientras la izquierda ayudaba al avión a frenar, como se quería, la derecha aceleraba”. Ese hecho impidió que el avión frenara, “pero el tamaño de la pista, demasiado corta, y la falta de un área de escape fueron decisivos para que el accidente produjese tantas muertes”, según la publicación.
La nota recuerda que el Airbus estaba volando con el reverso trabado (en la turbina derecha) lo que pudo haber confundido al piloto a la hora del aterrizaje, pues tenía que operar los manetes de forma diferente. Las investigaciones, según la revista, indican que el avión, que tocó la pista a 240 kilómetros por hora, no derrapó en la pista mojada, ni se registraron fallas en el sistema de frenos del aparato. Veja recuerda que otros accidentes ocurrieron por falla en la operación de los manetes del Airbus A320, el primero en Filipinas, en 1998 y en Taiwan, en 2004, pero causaron daños menores.
El Airbus A320 de TAM llegó con 187 pasajeros al aeropuerto de Congonhas desde Porto Alegre (sur), tocó pista pero no consiguió detenerse y tras cruzar una avenida se estrelló contra un edificio de la empresa y una estación de servicio aledaños a esa terminal aérea ubicada en una congestionada zona de Sao Paulo y explotó.
El Instituto Técnico Legal de Sao Paulo logró hasta ayer viernes identificar a 89 cuerpos, a los que se sumaron otros cuatro heridos que fallecieron. El saldo final deberá ser de unos 200 muertos por cuanto ninguno de los 187 pasajeros sobrevivió y no se sabe exactamente cuanta gente había en el edificio o en las calles cercanas al desastre. La cifra definitiva se conocerá cuando concluya la identificación de todos los cuerpos, dijeron las autoridades.
Por otra parte, la justicia federal brasileña rechazó un pedido de la fiscalía para cerrar definitivamente el aeropuerto de Congonhas, tras la tragedia aérea del 17 de julio pasado. Según se informó hoy, la decisión fue tomada en la noche del viernes por el juez Clecio Braschi, de San Pablo, que rechazó un pedido del Ministerio Público Federal para cerrar el aeropuerto de Congonhas, el de más movimiento del país.
El juez Braschi determinó que de la fase inicial de las investigaciones sobre el accidente del Airbus de la empresa TAM se desprende que “no existe pericia firme que permita establecer nexo de causa entre la hipótetica falta de seguridad en la pista con el accidente”.
Una de las principales hipótesis sobre el accidente gira en torno a que la pista estaba mojada, sin ranuras suficientes para el drenaje del agua, lo que pudo haber complicado las tareas de freno durante el aterrizaje del avión de TAM.
“No parece procedente el argumento de que la pista principal sólo sería segura después de la instalación de ranuras en el pavimento, porque ni siquiera son condición esencial para sacar el agua de la pista”, dijo el juez en su fallo, citado por la agencia italiana ANSA. Los fiscales habían pedido el cierre de las pistas de Congonhas hasta la finalización de las investigaciones, que pueden demandar años. En tanto, el inspector encargado de revisar la pista principal del aeropuerto antes de la tragedia, admitió que realizó su trabajo dentro de un automóvil, porque llovía, y que no vio problemas para el funcionamiento de la estación aérea el día del accidente.
El caso es presentado por el diario La Folha de Sao Paulo como el del inspector “que ni se bajó del automóvil” para revisar la pista principal, donde por la tarde del 17 un avión de TAM no logró frenar e impactó fuera del aeropuerto, en la peor tragedia aérea brasileña. El inspector se llama Agnaldo Estevez y forma parte del equipo de control de la empresa estatal Infraero, que regula la actividad de los aeropuertos. (Télam)
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