En busca del campo para la pedagogía social

En abril pasado se formó la asociación de profesionales en esta disciplina

Matías Loja / La Capital

Una intervención transformadora de las inequidades sociales es una de las consignas centrales que un grupo de jóvenes graduados en pedagogía social se propone como meta para trabajar e investigar. Si bien las problemáticas sociales ameritan ser abordadas desde una multiplicidad de disciplinas, los profesionales buscan difundir su aporte para trabajar tanto en las escuelas como desde la práctica de la educación no formal.

Agrupados en la Asociación Profesional de Pedagogos Sociales (Apropeso), un grupo de cerca de 40 licenciados en esta disciplina trabaja en la necesidad de instalar “la figura del pedagogo social en la sociedad”, delimitando su campo de acción y las herramientas que proponen para intervenir en los conflictos sociales desde el campo pedagógico.

La asociación fue creada el 14 de abril pasado y está conformada en su totalidad por egresados de la licenciatura en pedagogía social de la sede rosarina de la Universidad del Salvador (Usal), la única institución superior del país que brinda este tipo de estudios.

Puesto que se trata de una disciplina joven en la Argentina, los pedagogos sociales de la Apropeso cuentan que una de las trabas que encuentran a la hora de ejercer su título es precisamente el desconocimiento que hay de este estudio en muchos ámbitos, sobre todo en las escuelas.

Además, y puesto que muchos de los miembros de la asociación ejercen la docencia en instituciones primarias y medias de Rosario, uno de los objetivos que se proponen en el mediano plazo es poder abrirse terreno “en los ámbitos no formales, salir un poco de lo institucional y abarcar espacios relacionados a la salud y la tercera edad”, apunta Marisel Veloso, de Apropeso.

En este sentido, y si bien el objetivo primordial de los pedagogos sociales rosarinos es no cerrarse al campo de acción de las escuelas, la presidenta de la asociación, Graciela Rojas, señala que aún en éstas “es muy difícil insertar este nuevo profesional”. Y en especial alude a los establecimientos públicos, “que a veces funcionan sobre un mismo y cerrado engranaje”.

   

Asistencialismo

“Muchos problemas que presentan los alumnos de origen social desfavorable son atendidos por prácticas asistencialistas, pero que no les brinda la posibilidad de contar con una herramienta para que se pueda revertir en parte esa realidad”, destaca Sandra De Boever, de la asociación. Por ello señala que el aporte de la pedagogía social pretende ser una “intervención transformadora” de las inequidades sociales.

Al respecto, Graciela Rojas destaca que muchas escuelas están atravesadas por el caso de chicos con sobreedad, “con conflictos socioeconómicos que influyen no ya en su aprendizaje sino en la socialización”.

“En el aprendizaje atravesado por lo social es donde el pedagogo tiene muchas más posibilidades de llegar que otras disciplinas con las que, por cierto, debe interactuar”, subraya Rojas, quien agrega que la formación de la asociación es “el primer paso para llegar a la colegiatura que nos permita estar matriculados.

Pero además de la intervención directa, Raúl Pederzoli, también de Apropeso, apunta que se proponen avanzar en tareas de investigación y desarrollo teórico desde su oficio. “Tenemos la ventaja de que muchos de nosotros podemos conjugar la investigación con nuestro trabajo cotidiano desde la docencia”, añade el maestro.

Los miembros de la Apropeso se reúnen en la sede de la Federación Rosarina de Organizaciones No Gubernamentales (Frong), Presidente Perón 3461. Para comunicarse con los profesionales, escribir al email: [email protected], o bien visitar el sitio web de la asociación: www.apropeso.blogspot.com

Silvia Forchino, Graciela Rojas, Sandra de Boever, Raúl Pederzoli y Merisel Veloso, de Apropeso.