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lunes,
16 de
julio de
2007 |
Acusada de matar a su mejor amiga
Buenos Aires.— Lucila Frend, de 21 años, quedó acusada por el crimen de su íntima amiga Solange Grabenheimer, de su misma edad, asesinada a puñaladas en enero en la casa donde ambas vivían. Anoche la joven no había sido apresada porque el juez de Garantías de San Isidro Orlando Díaz rechazó el pedido de detención formulado por el fiscal Alejandro Guevara, al dictar la nulidad parcial de una reconstrucción clave para imputarla.
Si bien desde un principio Frend aportó a los investigadores datos sobre varios sospechosos (ver aparte), para el fiscal fueron intentos por desviar la pesquisa. Aunque aún no tiene definido cuál fue el móvil del crimen, el fiscal acreditó que la relación entre Sol y Luly —como se decían entre ellas— estaba desgastada.
Grabenheimer fue hallada sin vida el 10 de enero en el departamento que desde hacía un año y medio compartía con Frend, en Florida (Vicente López). Estaba boca abajo, al costado de su cama, en la planta alta de la vivienda. Según las pericias, fue estrangulada con un cable encontrado detrás de una cortina, en forma de lazo y con el diámetro de una cabeza y luego, ya desmayada, recibió cuatro puñaladas en el cuello con un cuchillo que no fue encontrado en el lugar. Los legistas dijeron que la víctima no presentaba signos de defensa y que no sufrió ataque sexual.
Fue Luly quien aquella noche, en el cumpleaños de Valeria Kohan, prima de Sol, se mostró preocupada porque su amiga no llegaba y no había podido contactarla en todo el día. Entonces, junto a Valeria fueron al departamento y esperaron en la puerta la llegada del novio de Sol, Santiago Abramovich, para entrar a la casa. Para el fiscal Guevara, todo eso fue una puesta en escena para fabricar una coartada: entrar con gente para ser parte del hallazgo.
Según el novio y la prima de la víctima, en ese momento sólo ellos se animaron a subir a la habitación de Sol y la vieron muerta. Luly declaró que ella también subió y la vio tirada boca abajo y con sangre. “Si no la vio en aquel instante, la única forma de saber cómo estaba el cuerpo es porque así la dejó tras matarla”, dijo un pesquisa de la causa.
Ya con el fiscal y la policía en la escena, Luly subió para comprobar que no habían robado nada, pero el cadáver estaba en otra posición. Y se supo que la chica pidió que le taparan la cara a su amiga. “Es una típica reacción de aquellos que no soportan ver el rostro de sus víctimas conocidas”, confió una fuente.
Además, se determinó que el crimen fue entre la 1 y las 8 de la mañana, horario en que ambas estuvieron solas en la casa. “Después de su trabajo en un laboratorio, Frend fue a una cena familiar y de allí fue al cumpleaños de la prima de Sol, donde empezó a decir que algo malo le había pasado”, dijo un pesquisa.
En mayo, el fiscal hizo una reconstrucción con los protagonistas del hallazgo. Y cuando le mostró a Luly el cable hallado detrás de la cortina, pese a que los testigos no sabían que a la chica la habían estrangulado, dijo que probablemente lo utilizaron con Sol. Cuando el fiscal le preguntó para qué, la chica respondió “para ahorcarla”. l (Télam)
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