Israel amnistió a 180 milicianos de Fatah, en otro gesto a Abbas

Los hombres de las Brigadas de Al Aqsa se comprometieron a no atacar al Estado judío

Ramallah/Tel Aviv. — El brazo armado del partido Fatah, del presidente palestino Mahmud Abbas, pondrá fin a sus ataques contra Israel, que a su vez indultó a 180 milicianos palestinos. Las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, brazo armado de Fatah, dijeron que acataban una orden de Abbas y no de Israel. La tregua es un importante paso adelante en la diferenciación del gobierno palestino de Abbas y Fatah de la milicia islámica Hamas, que controla la Franja de Gaza.

   Los 180 milicianos firmaron una notificación de la Autoridad Palestina en la que se comprometen a mantenerse inactivos y no atacar a Israel, además de entregar sus armas, a cambio de la promesa israelí de sacarlos de su lista de “objetivos”.



Caso testigo. Zakaria Zubeidi, comandante de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa en Yenín, dijo que no acató la decisión por petición israelí, sino por ser una orden del presidente Abbas. “No aceptamos ninguna amnistía del poder invasor ni ninguna orden de Israel, sino de nuestra dirección del presidente Abbas”, señaló Zubeidi a la edición online del diario israelí Yediot Ahronot. Zubeidi cree que el acuerdo entre Tel Aviv y la Autoridad Palestina ofrece al Estado judío “la última chance para dar vuelta la página con los palestinos”. El miliciano es acusado por Israel de ser autor intelectual de una ola de ataques terroristas.

    Zubeidi escapó a varios intentos de eliminación por parte del ejército israelí. Israel dijo que concederá a los milicianos de Fatah un período de prueba de tres meses.

   Como el joven líder de las Brigadas en Yenín, los otros 180 milicianos que se ocultaban día y noche para escapar al ejército israelí, ayer se mostraron en público, evidentemente aliviados. Uno de ellos, un joven de 21 años, mostraba una larguísima cabellera y barba, ya que en sus años de vivir a escondidas no había podido rasurarse. Los hombres de las Brigadas, así como el personal de las fuerzas de seguridad de Fatah, un partido laico, no lucen barbas, las que caracterizan a los milicianos islámicos de Hamas.

   Con la medida de ayer, el abismo entre este grupo extremista islámico, que en junio tomó por la fuerza la Franja de Gaza, y Fatah se profundizó aún más. Luego del asalto de Gaza, Abbas disolvió el Ejecutivo presidido por Hamas y formó un gobierno de emergencia, sin presencia de los islamistas. Este nuevo gobierno fue saludado por Europa y Estados Unidos, que reanudaron la ayuda financiera que habían congelado cuando Hamas asumió el poder, en marzo de 2006, luego de ganar las elecciones de enero de ese año.

   Como era de prever, Hamas dijo que la amnistía israeli tiene como objetivo debilitar la “resistencia palestina”.

   La amnistía es sólo una de una serie de medidas que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ofrece a Abbas. Ya anunció la liberación, hace una semana, de 250 militantes palestinos de prisiones israelíes. Olmert y Abbas se reunirán hoy, según informaciones no confirmadas.

    

Descontento israelí. El gobierno de Olmert, mientras tanto, fue foco de las críticas del ala derecha israelí y de las familias de las víctimas de las milicias, después de un informe que señaló que Israel permitiría a Naif Hawatmeh, líder del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, entrar en Cisjordania como parte de los gestos de buena voluntad. Esa formación terrorista asesinó a 22 niños israelíes que secuestró de una escuela, el 15 de mayo de 1974.

La formación armada de Fatah hizo las paces de hecho con su enemigo Israel.