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lunes,
16 de
julio de
2007 |
Un requisito para abrir los locales
Tanto desde la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia como desde la oficina municipal coincidieron en que el mandato de la ley nacional antidiscriminación tiene escasa presencia en bares, boliches y comercios de la ciudad. Para revertir esta situación, el director de Derechos Humanos del municipio, Rubén Chababo, propuso que la colocación de carteles advirtiendo sobre la prohibición de desarrollar acciones segregatorias sea un requisito más a la hora de habilitar estos locales.
Chababo consideró que la presencia de la norma en los espacios de uso público “es una buena forma de generar conciencia cívica. Nuestra función siempre ha sido pedagógica, pero también podemos acompañar las políticas que surjan de la provincia o la Nación”, sostuvo el funcionario.
Y respecto a cómo se podría instrumentar el texto con los derechos ciudadanos en estos lugares, Chababo dijo que un buen modo sería “incorporarlo como un requisito más dentro de lo que se exige para habilitar un comercio o negocio”.
El presidente de la comisión de Derechos Humanos del Concejo, Carlos Comi, no despreció esta idea. “La implementación de estos carteles —reconoció— viene un poco demorada”. Y advirtió que si bien la ordenanza municipal tiene ya sus años, “el Ejecutivo no logra reglamentarla y llevarla a la práctica”.
Otro de los escollos con que tropieza la ley antidiscriminación en Rosario es la ausencia del organismo nacional específicamente creado para recibir este tipo de denuncias. El 21 de marzo último comenzó a funcionar en Santa Fe la delegación del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). Estela Vallejos está al frente de esta dependencia y si bien aseguró que se están haciendo “gestiones con la UNR para contar con presencia en Rosario” señaló que la suerte de la iniciativa “dependerá de las nuevas autoridades para revalidar un acuerdo marco”.
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