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miércoles,
11 de
julio de
2007 |
Congelados. Lana, camperas "de nieve", tapados y todos los articulos de pólar, a la orden del día
Anuncian que Rosario vivirá hoy el día más frío de los últimos 17 años
La temperatura
continuará en
descenso y llegará
a los seis grados
bajo cero. La venta de prendas invernales ya supera en un 40 por ciento a la de 2006 y falta stock
La ola polar que afecta a prácticamente todo el país y trajo nieve en lugares impensados como Buenos Aires y el sur santafesino promete quedarse por lo menos una semana más. En las próximas horas aumentará la crudeza del frío al punto de que en Rosario se espera para hoy una temperatura mínima de 6 grados bajo cero: en julio, la marca más baja de los últimos 17 años.
Según las estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), hubo un registro similar ese mes pero de 1995; fue el 16 de julio de aquél año cuando el termómetro marcó -5,2 grados.
De este modo, quedó claro que el rigor invernal no da tregua. El fenómeno se trasladó directamente a la venta de prendas de abrigo y también de ropa de cama. Según datos de la Asociación Empresaria y la Cámara Industrial de la Indumentaria de Rosario, la demanda de esos productos ya superó este año en un 40 por ciento a la del 2006. Fue tanta la salida, que hay faltante de stocks y difícilmente quede mucho margen para las liquidaciones de invierno. Otra novedad fue el regreso de la lana, un insumo que desde hace años venía perdiendo terreno frente a las fibras sintéticas.
Voceros del Servicio Meteorológico Nacional expresaron que la nieve que anteayer sorprendió a porteños y santafesinos “fue un regalo” y para esta semana “no está pronosticado que se vayan a registrar nevadas” en el litoral (ver sección Información General).
Mientras tanto, la temperatura más baja de ayer en Rosario se dio a las 9 cuando trepó a 2,1 grados bajo cero y la sensación térmica descendió a los - 4,1 grados.
“A más frío, más ventas: literalmente es así”, sintetizó ayer una de las propietarias de Pulóveres Mar del Plata, un negocio de la ciudad que resistió durante los últimos años el avance incontenible de los materiales sintéticos y siguió ofreciendo lana, tanto bremer como shetland. Justamente el pedido que más vienen escuchando este invierno: el de prendas “de pura lana”.
La misma opinión expresaron las empleadas de MB Sweaters. “Hasta el año pasado la gente pedía tejidos finos, a lo sumo algo de lana con acrílico, pero ahora todos quieren prendas gruesas, de bremer o lana merino, aun siendo más caras”, contaron.
En los negocios de ropa deportiva, como Sport 78, la constante búsqueda de artículos de pólar —buzos, guantes, gorros, bufandas—, medias térmicas y camperas “de nieve” desde antes de que empezara el invierno levantó considerablemente las ventas. Y en Indigo, un local que ofrece “ropa de tiempo libre”, afirmaron que lo que distingue las ventas este año es la demanda sostenida del “frisado”.
En la mayoría de los comercios dijeron que les va quedando poca ropa de abrigo para liquidar. “No vamos a llegar con la liquidación al final del invierno”, reconocieron en Vincenzo, donde lo que más salió fueron abrigos de paño y camperas polares. En Mistral también admitieron haber vendido “camperas a full”, al punto de que ya casi agotaron el stock y no quedan “ni en fábrica en Buenos Aires”.
El fenómeno tiene su explicación. Por un lado, que el frío que viene haciendo este invierno —en rigor, desde mayo pasado— rompió los parámetros de los últimos años e incluso superó las estadísticas de tres décadas (1961-1990) que lleva para Rosario el Servicio Meteorológico Nacional.
Mercado insatisfecho. Por otro, intervienen factores netamente económicos. Por ejemplo, el titular de la Asociación Empresaria, Elías Soso, explicó que la “falta de mercadería como frazadas, cubrecamas y ropa de abrigo” se debe a que “la producción nacional no alcanza a satisfacer la demanda interna”.
Por eso, alertó, este año las importaciones textiles —desde Malasia, China y Brasil— ya crecieron el 200 por ciento, algo que definió como “muy preocupante para la industria nacional”.
“Los mayoristas se quejan de que no fluye mercadería y los viajantes hasta presionan a las fábricas para poder satisfacer la alta demanda”, dijo. l
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Fotos
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Los rosarinos buscan ropa abrigada. Los comerciantes dicen que falta mercadería y que será difícil reponerla.
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