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domingo,
08 de
julio de
2007 |
Escapadas
Los pagos de Juan Manuel de Rosas
El Museo Histórico de la Matanza don Juan Manuel de Rosas preparó para este invierno una propuesta para recorrer la historia del “Restaurador de las Leyes” y del partido más populoso de la provincia de Buenos Aires, en una casona declarada Monumento Histórico Nacional. El Museo funciona en el casco de la Estancia El Pino o San Martín, como la llamara el mismo Rosas, quien fuera su propietario por casi 30 años, en homenaje al Libertador.
Este predio ocupa en Virrey del Pino una superficie de casi dos hectáreas. A través de una construcción que data de fines del siglo XVIII, declarada Monumento Histórico Nacional, el Museo propone redescubrir la vida de Rosas desde varias perspectivas. Diversas salas recrean su vida familiar y política, mediante documentos, fotos y mobiliario, su vinculación con el trabajo rural, en donde una escenografía campestre recrea las prácticas de campesinos y gauchos.
Además, un sector dedicado a su mito, enmarcado en un imponente rojo punzó, sonidos, libros e imágenes que permiten contextualizar la historia de Rosas. Otro de los grandes atractivos del lugar, es la capilla, fundada en 1887 como ampliación de un pequeño oratorio que tenía Rosas y siguió funcionando después de que el casco quedara deshabitado en la segunda década del siglo XX como lo demuestran las fotos de casamientos, bautismos y comuniones en ese marco.
En el museo también se puede conocer la historia de La Matanza, con salas especialmente preparadas para descubrir los cambios que sufrieron las diferentes localidades que integran el partido, mediante piezas de colección, ilustraciones, fotos, documentos, planos y mapas que registran los antiguos límites.
En la parte superior de la vieja construcción, se encuentra la Biblioteca especializada en historia y el Archivo Histórico Municipal donde su misión de recabar, guardar, conservar y poner en valor los diversos documentos que fueron generados por organismos oficiales locales, privados, asociaciones civiles y por los propios vecinos del partido, componen la información necesaria para poder reconstruir la memoria común.
Por otro lado, el parque que rodea la construcción es un gran protagonista, ya que se puede pasar el día preparando un típico asado, y rodeado de numerosos árboles junto a juegos infantiles y observar viejos carruajes restaurados y la antigua cárcel que actualmente se utiliza como sala de restauración y de De esta forma, en el Museo Rosas, la historia transcurre en un escenario natural y cultural, brindando la posibilidad de sumergirse en otra época, palpando y sintiendo la historia a cada paso.
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Fotos
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La casa de Rosas data de finales del siglo XVIII.
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